Al menos seis personas murieron, entre ellos cuatro policías, y otras 39 resultaron heridas tras estallar un coche bomba frente a la sede del Ministerio iraquí del Interior en Bagdad, la capital de Irak, reportaron autoridades locales.
El atacante suicida condujo su vehículo hasta el cordón de seguridad que rodea el ministerio y la explosión del mismo provocó el incendio del otros automóviles, en el centro de Bagdad, reportó la policía.
El conductor aprovechó un momento en que trabajadores de mantenimiento pasaban por el control de seguridad y enfiló el automóvil ante la distracción de los guardias, reportaron las cadenas árabes de noticias Al Arabiya y Al Ayazera.
El incidente ocurrió hacia las 7:30 horas (04:30 GMT) y al menos 14 policías estaban entre los heridos.
La potente explosión destruyó muchos automóviles estacionados en la Plaza de Ishbilya, en el este de Bagdad, y algunos de ellos se incendiaron por lo cual enormes columnas de humo negro se llegaron a ver en un radio de dos kilómetros.
Las fuerzas de seguridad iraquíes bloquearon la zona mientras en ambulancias y automóviles se evacuaron a las víctimas a los diferentes hospitales y centros médicos de la ciudad capital, escenario de la reciente violencia sectaria en Irak.
La explosión siguió a la ola de ataques del jueves pasado que mató al menos 72 personas en Bagdad, luego que estalló una crisis entre el gobierno chiíta de Irak y sus rivales sunitas tras la retirada de las últimas tropas estadunidenses.
Las divisiones entre ambas facciones, que siguen diferentes doctrinas dentro del Islam, ha aumentado los temores sobre el futuro de la seguridad y la estabilidad en Irak, luego de llegar a su fin casi nueve años de ocupación estadunidense.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha llamado a los líderes iraquíes a iniciar un una etapa de "diálogo" para evitar posibles tensiones sectarias.
Nadie ha reivindicado el ataque pero esta clase de acciones suicidas tienen el sello de la red extremista de Al-Qaeda.