Al menos siete personas perdieron la vida en la norteña ciudad italiana de Génova debido a las inundaciones provocadas por una violenta tempestad que ocasionó el desbordamiento de ríos y deslaves, informaron las autoridades locales.
Cinco de las víctimas, entre ellas tres niños, murieron arrastradas por la crecida cuando intentaban refugiarse dentro de un edificio.
Otra mujer perdió la vida aplastada por varios automóviles arrastrados por las aguas en la misma zona, donde también se reportó otro deceso.
El servicio de protección civil pidió a los residentes no salir de sus casas, mientras se informó que varios escolares estaban atrapados en dos escuelas inundadas y había al menos cuatro desaparecidos.
Asimismo, los rescatistas debieron poner a salvo a varias familias refugiadas en los techos de sus casas.
La tempestad ocasionó el desbordamiento de ríos y arroyos, así como deslaves que cortaron calles y carreteras.
Por su parte, los bomberos recorrían las zonas más afectadas alertando a la población a través de megáfonos que estaba por llegar otro aluvión causado por el desbordamiento del río Bisagno.
También las autoridades municipales pidieron a los ciudadanos refugiarse en los niveles altos de los edificios y evitar salir.
'Ha sido una tragedia completamente impredecible', declaró la alcaldesa genovesa, Marta Vincenzi, pese a que la semana pasada las intensas lluvias en Liguria (cuya capital es Génova) provocaron 10 muertos en la zona turística de 'Las cinco tierras'.
Decenas de voluntarios de las vecinas regiones de Lombardía y Piemonte arribaron a la ciudad, completamente paralizada.
Las aguas invadieron las estaciones de tren y el estadio Ferraris, por lo que estaba bajo riesgo la celebración del partido del domingo Genoa-Inter, dos escuadras de la primera división de futbol.
