Deseando ser Padres
Desde la infancia cuando somos pequeños, nuestros padres nos enseñan a distinguir entre el bien y el mal, nos educan, tratan de inculcarnos valores, buenos modales y respeto hacia los demás. Además de las tantas cosas que nos enseñan desde pequeños, podemos distinguir entre personas mayores y menores. Vemos a distintas personas a nuestro alrededor, observamos cómo se comportan, como responden, como actúan de diferentes formas a la misma situación.
Pero de entre todo, observamos que unos son grandes otros de nuestro nivel tanto en edad como de tamaño y otros, sin duda serán menores que nosotros.
Aprendemos también, que todo en esta vida tiene un comienzo y un final, y según nuestras creencias religiosas, creemos firmemente que provenimos de un ser que nos dio la vida, o un ente, o un grupo animal; independientemente que creamos en Dios o que creamos que provenimos de los homínidos y que nuestros parientes más cercanos son los monos, entendemos también gracias a esto que tenemos un principio y un fin y que alguien más seguirá en el camino.
Y más aún, si contamos con la dicha de una educación basada en la enseñanza de los "consejos del viejo" aprendemos que hay leyes en la vida... "todo lo que sube tiene que bajar"; o la muy clásica para mí "la ley de la vida" que es "todos nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos" ésa, es sin duda, la ley de la vida, menciona el Dr. Marco A. Flores Miranda.
Y sin duda que lo era, hasta la revolución de los sexos, me refiero a los tiempos de Elvis Presley y Los Beatles, como olvidar el "Help" o el "Let it be" de John Lennon, pero no olvidemos que fue en esa época donde la mujer comenzó a alzar la voz y fue escuchada ahora a más de 30 años de libertad, la mujer ha adquirido un lugar especial sin duda alguna en la sociedad, si era difícil pensar que un presidente de los Estados Unidos de América fuera de raza negra, quien pudiera pensar que una mujer fuera Canciller de una de las sociedades y culturas más avanzadas para nuestros tiempos como lo es la señora Ángela Merkel, quien dirige el rumbo de Alemania y sin duda en gran medida la de toda la Unión Europea.
Pues bien, todos esos avances socio-culturales, también en México nos han dejado su huella ahora a la precandidatura de Josefina Vázquez Mota para la presidencia del 2012 y muchas otras tantas mujeres que me he topado en mi camino, sin duda toda esta revolución, también nos ha pasado la factura.
Dicha factura se basa en la frase ya típica para nuestros tiempos "postergar la fertilidad"; en tenor a esto, sabemos simplemente que la mujer en los 60's adquiría sus primeras nupcias a los 22 años y su primer embarazo a los 26. Cuando ahora la primer nupcia es alrededor de los 28 años y el primer embarazo a los 31 años. Este cambio tan significativo en la edad reproductiva de la mujer, ha hecho que las estadísticas de infertilidad aumenten de un 5 a un 15 % a nivel mundial. Y nuestra región no se queda atrás, con un total de 2.3 millones de habitantes de la zona metropolitana y región conurbada contamos con alrededor de 200 mil personas en edad de entre 20 y 40 años, lo que significa 8.6% del total de la población se encuentra en edad reproductiva.
Según datos del último estudio poblacional realizado por la clínica "Reproclinique" especializada en reproducción humana y apoyada por el grupo "Mango-Marketing" hemos encontrado que de este total de 200 mil habitantes un total de 30,000 personas tendrán problemas de reproducción, esto quiere decir un 14% cifra similar a la que se publica a nivel mundial, lo que nos hace al menos, equiparables a otras sociedades tales como Madrid, Barcelona, Paris, Houston, Distrito Federal, por mencionar algunas de las urbes más importantes del orbe y de nuestro país, lo cual no quiere decir otra cosa más que las parejas de nuestra Comarca Lagunera, han decidido postergar su fertilidad con fines de superación y realización profesional, es hasta entonces ya pasados los 30's cuando nuestros adultos se sientan de frente a sus parejas y se ponen a pensar en esa tercera ley de la vida "Reproducirse", para entonces, alrededor de los 31 ó 32 años que deciden procrear, a partir de aquí su vida puede tener 2 caminos para alcanzar este objetivo, ser bendecidos con un hijo, dos o tres, o el otro camino que para muchos es duro, largo y sinuoso, el no conseguir a un tiempo específico el tan ahora sí deseado embarazo.
Para este entonces ya han preguntado, las mujeres con sus amigas a la hora del café, los hombres después del partido de futbol y bajo unas cervezas como conseguirlo, han intentado sin fin de técnicas la de la "almohada", la de la "luna", la de la "abuelita" por mencionar algunas, unas referentes al acto sexual, otras con el calendario y otras basadas en la experiencia de terceros... Y desafortunadamente sin éxito alguno.
Para entonces han pasado ya 1 ó 2 años, tiempo valioso para una pareja que ahora, ya siente el tiempo "encima", para entonces buscan ayuda profesional algunos acudirán sin duda a su médico de cabecera, algunos recibirán una buena orientación y serán referidos con mucha suerte con su ginecólogo, aquí podrá pasar de 2 a 3 años antes que decidan acudir con "expertos" en la materia, hablamos que han transcurrido al menos 3 años desde que una pareja decide embarazarse hasta que llega con los proveedores de salud en la materia.
No debemos de quitar de foco el concepto de "infertilidad" que para las sociedades europeas de fertilidad está cambiando al de "subfertilidad", donde se clasifica así a la "pareja" y no a una persona como individuo, pues se entiende que la pareja es la unidad como paciente, entonces hablamos de subfertilidad a la pareja que ha buscado por al menos 1 año un embarazo, teniendo relaciones sexuales frecuentes y sin la utilización de métodos anticonceptivos.
Este lapso que es finito puede reducir su límite a incluso, 6 meses si la mujer en dicha pareja ha presentado problemas... (Más en la página 12)