El jefe de una misión de las Naciones Unidas que investigó la revuelta que el mes pasado condujo al derrocamiento del presidente autoritario de Túnez dijo el martes que 147 personas murieron y otras 510 sufrieron heridas a causa de los desórdenes.
Bakr N'diaye, quien encabeza la misión enviada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, informó que el balance de muertos no incluye a 72 personas que fallecieron en motines en las prisiones.
El gobierno interino formado después que el presidente Zine El Abidine Ben Ali escapó del país el 14 de enero ha dicho que unas 78 personas perdieron la vida en la violencia, pero la oposición ha insistido en que el número de víctimas es aún mayor.
N'diaye hizo la revelación el martes en una conferencia de prensa en la capital tunecina. Su misión concluyó una visita de una semana al país norafricano.
