EFE
El cruel legado de las torturas y la evolución de la pena de muerte en Tailandia son el principal reclamo de un museo en la vieja prisión de Bangkok, una guía didáctica de los entresijos de la vida penitenciaria y las formas de castigo. En la imagien, un muñeco de cera representa una forma de tortura para arrancar confesiones, usado hasta 1909 en Tailandia.