El Museo Regional de Querétaro celebra 75 años de su fundación y de historia con diversas actividades, entre las que destaca la exposición temporal “Testigos del Tiempo, Jesús y María en el arte virreinal”, con alrededor de 50 piezas de arte sacro de los siglos XVII y XVIII, que narran la vida de Jesús y su madre.
En un comunicado de prensa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la curadora de esta muestra, Mina Ramírez Montes, historiadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, señaló que en este recinto fundado en 1936 se “narra” en sus salas el desarrollo histórico de esa entidad, desde las culturas prehispánicas hasta los sucesos trascendentales en los siglos XIX y XX, como el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo, Miguel Miramón y Tomás Mejía en el Cerro de las Campanas en 1867, o la celebración del Congreso Constituyente (1916-1917) que elaboró la Constitución de 1917, en el entonces Gran Teatro Iturbide, hoy Teatro de la República.
Ramírez Montes, resaltó que en la exposición destacan cuatro obras: la primera es “La despedida de Cristo y su madre”, singular por su temática poco frecuente en las pinturas del arte virreinal; la pieza es originaria de la parroquia de San Juan Bautista, de la comunidad de San Juan del Río, y data del siglo XVIII.
La segunda obra que sobresale es “Apostolado” —del siglo XVIII—, integrada por 13 esculturas talladas en madera policromada que representan a los 12 discípulos y a Jesús durante la Última Cena. Dichas tallas de gran riqueza artística salen por primera vez del templo de Santa Rosa de Viterbo, en la ciudad de Santiago de Querétaro, para mostrarse al público en una exposición.
Las otras dos piezas que destacan, tanto por su formato como por su gran valor iconográfico, son: “Cristo Niño de la Espina” y “La Ascensión”. La primera —considerada como la obra más pequeña de la exposición con 68 cm de alto y 52 de ancho— es una representación del Niño Jesús con elementos de la Pasión, como la corona de espinas; data del siglo XVIII, y es de la autoría del pintor colonial Diego de Sanabria; la pieza pertenece al Museo Nacional de Arte.
A su vez, “La Ascensión”, con 2.5 metros de alto y poco más de 2 de ancho, es el óleo más grande de la muestra. La obra es del siglo XVII, hecha por el renombrado pintor novohispano Luis Juárez, y es una de las piezas que el Museo Regional de Querétaro (MRQ) resguarda de manera permanente.
La exposición “Testigos del Tiempo”, “Jesús y María en el arte virreinal” se exhibe en la Sala de Profundis del MRQ, y está integrada por tres módulos temáticos que versan respecto a la vida de la Virgen María antes del nacimiento de Jesús, durante la infancia, vida pública, la Pasión y Resurrección de Cristo.
Esta muestra, organizada por el INAH permanecerá hasta el 31 de enero de 2012, incluye 16 esculturas de autores anónimos, mientras que el resto de la colección corresponde a pinturas al óleo sobre tabla y lienzo de destacados artistas novohispanos, como Luis Juárez, Juan Correa, Nicolás Rodríguez Juárez, Arellano, Pedro Calderón, Miguel Cabrera, Tomás Javier de Peralta, y de los pintores queretanos Diego de Sanabria y Antonio Camacho.
Además, todos los martes y jueves de noviembre se realizará, en el auditorio del recinto, un ciclo de conferencias titulado “Memorias de un museo”, en el cual investigadores del INAH y de la UNAM dictarán temas relacionados con la historia, arquitectura y conservación del inmueble, entre ellos “El oficio del pintor en el México Virreinal” y “Arquitectura y evolución del conjunto conventual de San Francisco en Santiago de Querétaro” y el día 17 efectuará el Festival de Corridos de la Revolución Mexicana —evento que se realiza desde hace 15 años—, donde participan alumnos de educación básica de la capital queretana, quienes interpretarán y actuarán una de estas canciones típicas relacionadas con el movimiento de 1910.