La música, el canto y la recitación sustituyeron ayer a las palabras del poeta sueco Tomas Tranströmer, en la tradicional lectura del Premio Nobel de Literatura, en la que, entre otros poemas, se leyó uno en castellano.
Tranströmer (Estocolmo 1931) sufrió un accidente cerebral en 1990, lo que dejó reducida su habla y su movilidad, de ahí que la lectura que cada año hace en la Academia Sueca el laureado en Literatura haya consistido este año en un acto de homenaje al que asistieron el poeta y su mujer, Mónica.
El Coro de Cámara Gustaf Sjökvist, varios actores y el quinteto de cámara de Uppsala dieron vida a los poemas del Nobel, cuya voz se pudo escuchar recitando "Soledad" y "Schubertiana" gracias a unas grabaciones antiguas.
Los asistentes al acto recibieron en pie y en absoluto silencio la entrada de Tranströmer, quien iba en silla de ruedas y sujetaba un bastón en la mano derecha.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando la voz de Tranströmer, en una grabación, comenzó a recitar su poema " Soledad" de su libro "Tañidos y huellas", que se leyó en seis idiomas diferentes en los que ha publicado, entre ellos el castellano.