Principios. El religioso fue tajante al referir que los cimientos de la buena educación y orientación moral se dan en la familia.
El siglo de durango
El arzobispo Héctor González Martínez catalogó el hallazgo de "narcofosas" en Durango como una sorpresa grave, que muestra el deterioro de la conciencia en la sociedad.
Dijo que hay personas que no se tocan el corazón, no tienen ley, ni Dios, solamente se fijan en interéses inmediatos, pero ni siquiera con dignidad humana, sino de satisfacción vana.
Al ser cuestionado con relación a que muchos delincuentes portan imágenes religiosas, a pesar de su mala manera de proceder, el Arzobispo acotó que hasta las prostitutas suelen usar imágenes religiosas.
Ellos fueron bautizados y les queda un poco de religiosidad, aunque un poco débil y desviada; por eso utilizan símbolos religiosos.
La verdad es que se están alejando de Dios y de la moralidad; se ve que prolifera la "cultura de la muerte", la cual se abre camino, mientras que el hombre va soltando las amarras de sus orígenes.
Asimismo, consideró que no es correcto culpar solo a las autoridades de lo que acontece, ya que la responsabilidad es de toda la sociedad, comenzando por los padres de familia.
"Los cimientos de la buena educación y orientación moral se dan en la familia; ahí aprendí a rezar, trabajar, a ser responsable y puntual", refirió González Martínez.
DETERIORO
El jerarca católico manifestó que los hechos delictivos que se han presentado representan un deterioro grave de la sociedad, "el pecado de los orígenes sigue latente y avanzando".
Lo que se tiene que hacer, dijo, es recapacitar y admitir que el Creador existe, pues hay muchos que ya no creen y por ello su actitud rebelde y desbordada.
