Náufragos. Los socorristas recorrían ayer las aguas del río Volga en Rusia con la esperanza de encontras más sobrevivientes.
Los socorristas recorrían ayer las aguas de una presa en el río Volga con escasas esperanzas de encontrar sobrevivientes de un barco vetusto y sobrecargado que se hundió en medio del viento y la lluvia.
Las autoridades han confirmado la muerte de 55 personas, pero aún se desconoce el paradero de muchas más. Se cree que 208 personas iban a bordo del Bulgaria cuando zozobró el domingo por la tarde, dijo ayer el ministro de Emergencias, Sergei Shoigu, citado por diversas agencias noticiosas rusas. Eso representa 75% más que las 120 que estaba autorizado a transportar, dijeron las autoridades.
A media tarde habían sido hallados 41 cadáveres, incluyendo cinco niños, informó el ministerio de Emergencias, e indicó que 79 sobrevivientes fueron rescatados, todos rusos. Se desconoce si algunos extranjeros viajaban en la nave.
Los barcos de crucero en río, como el Bulgaria, son muy populares entre los vacacionistas rusos que recorren el Volga.
Los sobrevivientes dijeron que el buque se inclinó a estribor cuando hacía un viraje y una ola rebasó la cubierta, de acuerdo con Igor Panishin, del Ministerio de Emergencias Regional, citado en un despacho de la agencia noticiosa estatal RIA Novosti.
El Bulgaria se hundió en ocho minutos, señaló Panishin. El barco se fue a pique a unos tres kilómetros de una orilla en un lugar donde el agua alcanza una profundidad de 20 metros, afirmaron las autoridades.
Muchos niños viajaban en la nave, y según versiones noticiosas rusas basadas en el testimonio de sobrevivientes, unos 50 menores estaban reunidos en la sala de entretenimiento del barco antes del naufragio.
"Ocurrió muy rápido (el hundimiento). Las escotillas y ventanas se rompieron", dijo Vladimir Shirybyryv, un amigo de sobrevivientes y desaparecidos que aguardaba noticias de éstos en el puerto fluvial de Kazan.
Un sobreviviente dijo al canal noticioso nacional Vesti 24 que otros barcos se rehusaron a acudir en auxilio de los náufragos.
"Dos naves no se detuvieron aun cuando les hacíamos señas con las manos", dijo uno de los sobrevivientes, de unos 40 años, a la televisora Vesti 24 de Rusia.