El coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete Ruiz, aseguró que la violencia del PRI contra militantes de su partido en Guerrero "no es inventada; es real".
Exigió a la Procuraduría de esta entidad investigar con "celeridad" la agresión de militantes priístas al representante del PRD ante el Instituto Electoral de Guerrero, Guillermo Sánchez Nava, que lo tiene entre la vida y la muerte.
Navarrete Ruiz comentó que su partido ha encendido "focos de alerta" frente a la estrategia de guerra sucia del PRI. "Hemos decidido lanzar luz sobre esas posibles acciones. En tanto sean más públicas y difundidas, serán menos efectivas el día de la jornada".
Advirtió al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y al presidente nacional electo del PRI, Humberto Moreira Valdés, que perderán en Guerrero y se quedarán con un "amargo" sabor de boca.
El senador perredista, uno de los dirigentes de la corriente que controla el PRD, explicó que "los sucesos de violencia que han ocurrido en la entidad no son ningún montaje, ni autovictimización ni nada por el estilo". Al contrario, argumentó, el PRI está utilizando viejas prácticas electorales.
Navarrete Ruiz advirtió que el PRD continuará con la exigencia de justicia para que se aclare la agresión al representante del PRD ante el Instituto Electoral de Guerrero, Guillermo Sánchez Nava, que lo tiene entre la vida y la muerte.
"Nada más faltaría que frente a la golpiza que le pusieron a nuestro representante electoral nos quedáramos callados, sería absurdo. Si el PRI piensa jugar con fuego, se va a quemar las manos. Nadie tiene derecho a jugar con la violencia, porque es jugar con cerillos prendidos enfrente a una gasolinera", agregó el senador Navarrete.
El legislador perredista propuso que la Procuraduría estatal envíe el parte médico y el avance de las investigaciones a la dirigencia nacional del PRI, "para que no tengan ninguna duda de las travesuras de sus muchachitos".
Lo que hicieron los activistas del PRI, añadió, fue una "acción mafiosa, una agresión a un dirigente político; no fue ninguna broma de mal gusto, fue una agresión, una grave violación a la ley y un delito".