Tras haber batido los récords de besar al mayor número de personas en un minuto o dar más apretones de mano seguidos, el joven nepalí Rohit Timilsina se plantea ahora inscribir su nombre en nuevos espacios del Libro Guinness para ser famoso y al mismo tiempo difundir mensajes para concienciar a las masas.
La última hazaña de Timilsina, de 26 años, fue estrechar su mano sin pausa durante 33 horas y tres minutos con su hermano Santosh, de 16 primaveras, en Times Square de Nueva York haciendo frente a gélidas temperaturas inferiores a cero grados.
"Seguramente podríamos haber continuado por más tiempo, pero nos pusimos de acuerdo con los dos neozelandeses con los que competíamos para detenernos en un momento determinado", se jactó Timilsina en una entrevista.
El dúo superó así su propio récord anterior de junio de 2010, que estaba fijado en 19 horas y 35 minutos, en un evento destinado a recaudar fondos para organizaciones caritativas.
En la competición participaron otras dos parejas de EU, pero éstas sólo lograron mantener su mano caliente durante una hora y media, y siete horas y media, respectivamente.
"La condición es que uno estuviera estrechando la mano constantemente. Podíamos sentarnos, tumbarnos, comer con una mano, pero sin parar de dar apretones", relató Timilsina, quien agregó que su hermano y él se turnaron a la hora de llevar la iniciativa de dar el apretón, acción que conlleva más esfuerzo.
Las autoridades del Libro Guinness de los Récords grabaron todo el concurso, incluso cuando los participantes iban al servicio.
Aparte de rutinarios ejercicios como flexiones o abdominales, Timilsina aseguró no haberse preparado en exceso para la competición, mientras que su hermano sí que optó por practicar con el levantamiento de ladrillos antes del evento para fortalecer su musculatura.
"Al principio los transeúntes pensaban que era una especie de truco pero al ver que se prolongaba mucho tiempo la gente se empezó a interesar e incluso hacían apuestas", narró Timilsina.
Tras 19 horas de acción, una mujer entró en el recinto alegando que quería cubrir a los nepalíes con un chal y susurró a Timilsina que había apostado por él y su hermano, algo que le añadió al reto "mucha presión psicológica", según el plusmarquista.
"Había mucho más apoyo para Nepal", recordó el joven, quien confesó que durante la competición hubo momentos de flaqueza, en los que la pareja del país himaláyico se sintió cansada, somnolienta y tuvo mucho frío.
"Apenas comimos o bebimos pues ello nos hubiera obligado a tener que ir al servicio más a menudo. Era una lucha psicológica, igual que la que manteníamos con los neozelandeses", subrayó.
Al final, los dos equipos optaron por compartir el triunfo tras una dura competición en la que ninguno estaba dispuesto a tirar la toalla.
El de Times Square es sólo el último de los logros de Timilsina, quien inscribió por primera vez su nombre en el Libro Guinness en 2008, cuando consiguió sostener 21 pelotas de tenis sobre la palma de su mano, algo que después repetiría con 24 bolas de golf.
"Quería crearme una identidad y hacer alguna cosa. Por eso pensé en la posibilidad de ostentar un récord mundial Guinness", argumentó.
Y en diciembre de 2009, este extrovertido nepalí dio otro paso adelante en su particular carrera por ser famoso al romper una marca algo más romántica que le llevó a convertirse en el más besucón del mundo tras plasmar en un minuto sus labios en las frentes y mejillas de 116 personas.
Timilsina explicó que quiso ir más allá de la competición y la fama, de manera que utilizó el evento como una plataforma para difundir un mensaje de sensibilización de masas en el Día Mundial de la lucha contra el Sida.
"Un 20 % (de las personas a las que besó) eran seropositivos.
Quería transmitir el mensaje de que el sida no se contagia con este tipo de contacto", señaló y agregó que luego, mediante los apretones de manos, el objetivo fue trasmitir una idea de paz.
"Ahora quiero propagar un mensaje de protección del medio ambiente y estoy en contacto con Guinness para batir un nuevo récord con un tema verde", prometió Timilsina, quien evitó dar muchas pistas sobre sus futuros retos.