Para encontrarse con el ánima de sus difuntos, miles de personas acudieron a los cementerios de Torreón.
A sus tumbas llevaron música, comida, flores, rezos, y la promesa de no olvidarse nunca de quienes se les adelantaron en el camino.
JAMÁS LA HAN OLVIDADO
Hace nueve años que María del Carmen murió, pero sus hermanos, Jesús y Martha, no la han olvidado.
Como parte de una familia numerosa y longeva, cada 2 de noviembre, al igual que miles de personas, Jesús y Martha Zavala Centeno, recorren los panteones de Torreón no sólo a visitar la tumba de María del Carmen, también de sus padres y siete hermanos que ya se les adelantaron en el camino.
Para Martha, la muerte de su hermana María del Carmen fue la más dolorosa porque cuando sucedió estaba enferma y no pudo despedirse de ella como hubiera deseado.
"No me pude despedir de mi hermana y siempre tengo la sensación de que está viva, de que está en su casa haciendo cualquier cosa, y cuando veo su tumba no me puedo resignar".
Por eso cada vez que Martha va al panteón y ve la tumba de su hermana, no puede evitar llorar: "es aquí cuando me doy cuenta que ya se fue, que no es verdad que esté en su casa y que no la volveré a ver".
Martha Zavala tiene 76 años de edad y dice que de 11 hermanos ya sólo cuatro están vivos, algunos, como María del Carmen, están enterrados en los panteones de Torreón, pero otros murieron en Ciudad Juárez y Juan Aldama.
"En mi familia siempre fuimos muy unidos, en ningún momento hubo pleitos entre hermanos ni nada de eso, y hasta la fecha los cuatro hermanos que seguimos vivos nos queremos mucho y jamás peleamos".
Martha dice que a las personas hay que valorarlas y cuidarlas en vida, pues después ya es demasiado tarde y vienen los arrepentimientos.
Mientras tengan vida, cada 2 de noviembre los hermanos Zavala Centeno, seguirán recorriendo los panteones de Torreón, acompañados de sus hijos y nietos, para visitar a quienes se les adelantaron en el camino.
RECUERDOS. Los hermanos Zavala Centeno visitan cada año las tumbas de sus difuntos.