Ni tan gallos
De brazos cruzados, José Cardozo parecía decir con la mirada: "Ésas yo sí las metía". Le dolió el 0-0 y la desventaja que se lleva a Monterrey para lograr el pase a la final. Peor aún, por ser un empate ante su enemigo, Ricardo Ferreti.
Debajo de su bigote, "El Tuca" esbozó una sonrisa pícara. Al estratega brasileño le salió la apuesta: 90 minutos nunca parecen suficientes para quebrar el cerrojo norteño, no lo han sido tampoco 270 minutos en esta Liguilla.
Querétaro terminó por acordarse del juego del Guadalajara el sábado pasado. Llegaba y llegaba por lugares insospechados; sus delanteros escurridizos aparecían solos frente a Enrique Palos y la decepción eterna fue emplumada. El balón siempre a un lado, atajado por el arquero felino o desviado a tiro de esquina.
La misma enfermedad que afectó al Rebaño le hizo achaques de desesperación a los Gallos. No hubo héroes por parte de los regios, porque no los necesitaron.
El mal tino molestaba al timonel local, ese hombre que era especialista en liguillas y el mismo que en el terreno deportivo no pudo desquitarse de las acusaciones de presuntas amenazas de muerte hacia Ricardo Ferreti.
Y apareció ese ritmo cadencioso, de un baile envenenado que aniquiló el vértigo de los primeros 45 minutos de un Querétaro lanzado al frente, que de pronto encontró espacios para sorprender y obligar a los Tigres a otra cosa, mas nunca lo logró. A los universitarios poco les importó no ganar en el "gallinero" desde el Apertura 2003 (7-1).
Incluso Lucas Lobos, ese hombre capaz de inventar peligro en el área rival, jamás apareció para filtrar un balón a sus atacantes o realizar un remate mágico que terminara en gol, y a Ferreti nunca le disgusta la idea del 0-0, cuando es a su favor.
Mucho menos se dirigió a Danilinho, un 10 habilidoso, pero que ayer jueves jugó de lateral para evitar que Israel "Jagger" Martínez hiciera daño.
La falta de puntería, el error en el penúltimo pase y hasta el fuera de lugar, los tormentos de un equipo necesitado por no llegar con las manos vacías a San Nicolás de los Garza, terminó por imponerse en el partido de anoche.
Carlos Bueno y sus rabietas, riesgosas para irse temprano a las regaderas tras ser amonestado, manifestaron el hartazgo queretano de no encontrar la portería y cuando la encontraron, Adolfo Bautista estaba en offside, bien marcado al 29. Luego El Bofo envió a un lado de la portería de Palos el esférico.
El delantero uruguayo halló la manera de encontrarse solo frente al marco universitario. Se tardó, pensó que ese mano a mano frente a Palos sería eterno, llegó Hugo Ayala para decirle que en la defensa de los Tigres, un segundo es necesario aprovecharlo, porque si no, se convierte en una gran frustración.
El grito ahogado de gol en La Corregidora confirmó esa tesis.
Tigres no recibe un tanto en esta Liguilla, lleva 270 minutos invicto. A Gallos le queda otro encuentro en El Volcán para encontrar la anotación que los instale en la tan ansiada final.
Mientras, bajo la sonrisa pícara del "Tuca" Ferreti, el contragolpe felino acecha para acabar con la "cenicienta" emplumada.
El técnico felino explica que de perder a igualar, siempre preferirá esto último, aunque aclara que esto no lo dejó conforme, a pesar de irse con ventaja en el empate global al estadio Universitario. "Me voy tranquilo, mas no satisfecho, pero de perder a empatar es mejor empatar. Eso sí, tenemos que mejorar mucho".