¡No descuides tu cuello!
De nada sirve que protejamos nuestro rostro para conservar su aspecto juvenil, si no extendemos las medidas preventivas del envejecimiento hasta nuestro cuello. En él se refleja no sólo la edad que tenemos, sino la atención que brindamos a nuestra apariencia.
A poca gente le entusiasma la idea de envejecer. Las mujeres en particular buscamos el elixir de la eterna juventud: recurrimos a cremas, mascarillas, masajes e incluso cirugías; cualquier cosa que ayude a nuestro rostro a lucir lozano. Sin embargo a pesar de los esfuerzos el efecto del tiempo suele delatarse en una zona muy cercana a la cara: el cuello.
Cuando las personas rebasan los 45 años se dice que tienen ‘piel senil’, ya que a partir de esa edad el proceso de renovación celular en la dermis se da de forma lenta, con poca calidad. Pero ya desde los 40 el cuello se reseca debido a la pérdida de humedad y de tonicidad natural. Asimismo, con la llegada de los 50 comienzan a aparecer arrugas en dicha área debido a la disminución de elasticidad en los tejidos, y entonces puede surgir el ‘doble mentón’, esa especie de duplicación de la barbilla similar a la papada pero de mayor notoriedad.
Los principales factores que intervienen en la senescencia del cuello son:
-La debilidad progresiva de las glándulas endocrinas, de las que carece la mayor parte de la piel del cuello.
-Las alteraciones en los tejidos epitelial y conjuntivo, que adelgazan y pierden fijación al músculo cutáneo del cuello, dando la impresión de colgajo.
-Debilidad muscular, lo que propicia flacidez en la dermis.
-Menopausia, pues la baja en los estrógenos afecta directamente a la piel, favoreciendo que se reseque, se arrugue y desprenda fácilmente.
Al envejecimiento normal se suman factores externos como la alimentación, y en particular los cuidados que el cuello recibe o no durante la vida. Muy poca gente le da el ‘mantenimiento’ que merece, dejándolo expuesto a los rayos solares, la contaminación ambiental, las inclemencias del clima y la falta de nutrientes... todo ello acelera su decadencia. Lo anterior sin mencionar el rol nocivo de algunos hábitos como fumar, que precipita el declive del cutis volviéndolo más seco y por lo tanto más arrugado y flácido.
¡A PREVENIR!
Mucha gente suele prestar atención a su cuello hasta el momento en que lo ve francamente envejecido. En este punto, querer ocultar el problema con mascadas o ‘cuellos de tortuga’ no resuelve nada. No obstante el proceso degenerativo es prevenible, siempre y cuando tomes las medidas necesarias.
Sin importar cuál sea tu edad:
-Trata a tu cuello como a la cara, sin hacer una diferencia.
-Límpialo a diario para mantener los poros limpios y las células bien oxigenadas.
-Ponle crema humectante por la mañana y nutritiva por la noche.
-Aplícale protector solar.
-Exfólialo cuando menos cada 15 días, para eliminar las células muertas.
A partir de los 30 años:
-Usa cremas reafirmantes en cuello y contorno del rostro (recuerda que si la piel de la cara se ‘afloja’ hay más flacidez en el cuello).
-Aplícate mascarillas reafirmantes especiales para el área escote-cuello-rostro; colócalas con una brocha, de abajo hacia arriba, y retíralas con agua tibia.
-Practica diariamente ejercicios de gimnasia facial; el más sencillo es decir “o” y “equis” con expresión firme. Haz tres series, de 10 a 20 repeticiones cada una.
UN MASAJE DETERMINANTE
Otra herramienta aliada en la prevención del envejecimiento del cuello es un masaje que te ayudará además a proteger la zona del escote, la cual es también continuación de rostro y cuello, y suele ser igualmente ignorada. Toma nota de los pasos a seguir, sólo requieres conseguir una crema hidratante, reafirmante o nutritiva.
1. Empieza con el músculo cutáneo del cuello, colocando los pulgares en la barbilla y los demás dedos sobre el cuello de tal forma que se toquen por las puntas una mano con la otra.
2. Desliza las manos hasta llegar al nivel del gran pectoral (parte alta del tórax), apoyándolas un poco en los hombros.
3. Manteniendo las palmas de las manos en la misma posición, inicia un giro de muñecas para rodear los hombros y realizar una fricción en los trapecios (parte posterior de cuello).
4. Cierra las manos en forma de puños, y con ellos ejecuta frotaciones laterales en el cuello.
5. Abre las manos y separa ligeramente los dedos; apóyalos en el gran pectoral para formar pequeños círculos con la yema de los dedos, por todo el escote.
6. Pon las palmas de las manos a la altura de las clavículas, júntalas entrelazando los dedos a la vez que los subes delicadamente hacia el mentón.
7. Ya en el mentón, separa las manos desplazándolas a lo largo de las mandíbulas inferiores, hacia atrás de las orejas, donde efectuarás presión con los meñiques.
8. Con la mano derecha sujeta el lateral del cuello, mientras que con la izquierda trabajas en el vaivén la nuca, moviéndola hacia los lados.
9. Con ambas manos haz movimientos suaves y hacia arriba; deslízalas desde el escote pasando por el cuello, perfilando el borde del mentón y terminando en el rostro.
10. Date una serie de pellizcos, ve del mentón al escote pasando por cada uno de los músculos que estas áreas comprendan.
11: Para finalizar, repite el paso 9 mientras aplicas la crema de tu elección.
Es conveniente efectuar este masaje cada semana o bien con frecuencia de 15 días. A muchas personas les resulta muy difícil seguir de manera correcta las indicaciones por sí solas, una opción recomendable es pedir ayuda a un profesional de la belleza.
CUÍDATE HOY
Una forma extra para cuidar el aspecto de tu cuello es mejorar las condiciones generales de tu cuerpo:
-Consume antioxidantes (vitaminas A, E y C).
-Utiliza cosméticos que conserven la humedad y estén adicionados con nutrientes, colágeno y elastina.
-Mejora tu alimentación y recuerda incorporar a tu rutina la práctica de algún ejercicio, sin olvidarte de la gimnasia facial.
Finalmente, puedes buscar apoyo en alternativas suplementarias para frenar el envejecimiento como la terapia celular, la fórmula de la doctora Aslan (Rumania), la placenta Filatov o la autohemoterapia, que favorecen la buena regeneración celular y retardan la senescencia orgánica. ¡Comienza a cuidar tu cuello hoy mismo!
Correo-e: dramayela@hotmail.com