No exageres en la higiene íntima

Hablar de higiene íntima parece complicado, sin embargo, los cuidados en este sentido son más sencillos de lo que podemos imaginar.

Si bien los órganos sexuales requieren de atención y cuidado, están preparados natural y físicamente para todo lo que sucede alrededor de ellos, ya sea menstruación, relaciones sexuales, eyaculación, etc.

Es necesario tener siempre un aseo apropiado de ambos órganos tanto masculino como femenino, pero no hay que caer en exageraciones ni en prácticas que algunos realizan por desconocimiento y que pueden llegar a ser perjudiciales para su salud.

La higiene íntima es el cuidado que se tiene con el aseo personal principalmente hablando de vagina en la mujer y pene en el hombre, la cuestión es tan simple como mantener siempre estas áreas limpias por medio del baño diario, hay que lavar con agua y jabón común los labios vaginales y todos los espacios externos de la vulva, sin introducir ningún producto.

Para los varones como el órgano es externo es más fácil, sólo hay que lavar bien el pene durante la ducha normal del día a día, debe adecuarse a hacerlo sistemáticamente aseando sobre todo a nivel del glande, después de retirarlo para evitar la acumulación de secreciones debajo del prepucio, que si se quedan mucho tiempo pueden llevar a una micosis o infección por hongos.

En sí la naturaleza del cuerpo humano es muy sabia, señaló el doctor Francisco García de Alba, especialista en ginecología, ya que ambos órganos sexuales, tanto del hombre como de la mujer se conservan con una limpieza sencilla simplemente con agua y jabón y una frecuencia adecuada; cuando el clima es cálido debe de ser más frecuente el baño y cuando es frío, hay que cuidar que no se genere demasiada humedad en las áreas íntimas, así como nunca usar agua demasiado caliente.

Existe una disyuntiva en cuanto al empleo de cierto tipo de productos que se comercializan en el mercado como son las duchas vaginales, toallas húmedas, espumas o desodorantes, lo cual fuera de ser una opción apropiada suele ser perjudicial para la salud íntima de la mujer.

Este tipo de productos, sobre todo las duchas vaginales destruyen la flora vaginal, que está compuesta de bacterias “amigas” las cuales protegen de infecciones y otros males que pueden desencadenar complicaciones; tampoco deben emplearse otro tipo de productos antisépticos para hacer los conocidos lavados, todo este tipo de procedimientos está contraindicado en la higiene íntima porque alteran el PH de la vagina y disminuyen las defensas considerablemente.

Al igual que los lavados o duchas, otros productos como las toallas húmedas, espumas o desodorantes, pueden cambiar el PH y provocar irritaciones o de igual forma infecciones. Existen productos específicos que se pueden utilizar para este fin, sin embargo, son indicados por el médico ginecólogo y son productos como champús que ayudan a recuperar la alcalinidad o acidez adecuada del órgano sexual femenino y son de ayuda en casos en los que la paciente presenta constantes infecciones, sobre todo en las vías urinarias bajas, o irritaciones.

Entre las infecciones más frecuentes que se presentan por una baja de defensas en la cavidad vaginal, provocada por lavados, se encuentra la denominada candidiasis, provocada por un hongo de nombre cándida.

El organismo se guía por naturaleza y de ahí que no sea necesario complicarse con la cuestión de la higiene íntima, de hecho, si una mujer que terminó su menstruación es revisada, se puede encontrar en perfectas condiciones, ya que el organismo cuenta con vibrisas, que son como pequeños vellitos y se encargan de eliminar los residuos, por lo que no se requiere en ningún periodo limpiar las áreas internas del aparato reproductor femenino.

En lo que respecta a la sexualidad y el aseo íntimo, no es tampoco necesaria una higiene, puede ser que por sentirse ambos más cómodos y por respeto se mantenga una pulcritud normal en los órganos sexuales, pero incluso posterior al acto sexual no es indispensable realizar algún procedimiento de higiene.

Algunas personas pueden pensar que el semen o el esperma es “sucio” pero por el contrario, es estéril, así que no hay ningún problema si la mujer permanece con algo de éste en la vulva y en el caso de los varones, las bacterias que provienen de la zona vaginal no son perjudiciales, por lo que no es estrictamente necesario el aseo posterior al acto sexual, bien se puede pasar una noche sin aseo en ambos casos.

En otro sentido, algunas personas consideran que depilarse el área genital es lo más apropiado por no generar humedad o albergar bacterias, otros porque consideran experimentar mayor placer de esta manera, aunque realmente no es necesaria la depilación y en ocasiones puede ser contraproducente ya que cuando es rasurada el área el vello se puede enterrar lo cual provoca pequeñas infecciones en los poros, como sucede con los hombres cuando se quitan la barba.

Otros métodos de depilación son dolorosos o pueden provocar otros tipo de irritación, por lo que lo mejor siempre será lo natural, así lo aseguró el doctor García de Alba, debido a que el organismo cuenta con todo lo necesario en su naturaleza para funcionar, siempre y cuando sea tratado de manera adecuada y sin agresiones físicas que puedan intervenir en su correcto funcionamiento.