Villa Castillo llega con el 34 a cuestas para frenar la inseguridad. (Archivo)
Vestido de mezclilla negra con jersey y gorra de los Patriotas de Nueva Inglaterra, el general Carlos Bibiano Villa Castillo luce decidido. Su trabajo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo, a partir del 5 de abril, será frenar con “mano dura” la expansión del crimen organizado entre la sociedad y depurar las corporaciones policiacas.
Aficionado a la locución y partidario de las redes sociales, el militar retirado de 61 años de edad —con experiencia reciente en Torreón— llega por invitación del gobernador electo Roberto Borge Angulo, quien debió promover urgentes reformas constitucionales para legalizar su nombramiento.
En el aeropuerto de Chetumal, unos 30 elementos de seguridad vestidos de civil resguardaron su arribo en un vuelo comercial desde la ciudad de México. Ahí también lo aguardaban su vocero Gerardo Campos, ex director del periódico La Crónica de Cancún, y como anfitriona la periodista Isabel Arvide, con quienes se retiró de la terminal aérea sin dar declaraciones.
Gerardo Campos dijo que no “vienen a realizar nada extraordinario en Quintana Roo, sino a trabajar en pos de los quintanarroenses, para que se sientan seguros”. Pero también advirtió que no les amedrenta ningún narcomensaje, ni narcomanta —en relación al cuerpo mutilado hallado en Cancún con dos amenazas, una dirigida presuntamente al militar—, por lo que tampoco vienen, aclaró, a despertar inquietudes que no tienen que despertar, sino a sumarse a las políticas públicas que impulse el gobernador Roberto Borge Angulo.
Anunció que el próximo secretario de Seguridad Pública contará con un programa de radio en Chetumal —como lo hizo en Coahuila— para que la ciudadanía denuncie cualquier acto delictivo; también pondrán su teléfono particular al servicio de la comunidad y estará activo a través de las redes sociales —@gralbvilla es la cuenta de Twitter que uso en Torreón, como director de la corporación local.
El vocero insistió en la necesidad de trabajar “juntos contra la delincuencia organizada y no organizada, y no sólo con mano dura desde el gobierno”.
El 12 de marzo, el gobernador electo Borge Angulo anunció la designación de este militar en la SSP estatal, por lo que el Congreso local hizo una reforma constitucional el 14 de marzo para exceptuar el requisito de la residencia efectiva de cinco años en la entidad, como lo exige la Constitución Política de Quintana Roo para los servidores públicos y de seguridad.
Ocho de los nueve municipios aprobaron la enmienda; sólo el ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún) se opuso a la modificación.
A partir del 5 de abril, los “ojos” de los quintanarroenses estarán puestos en el trabajo que realice este militar, sobre todo después de sus polémicas declaraciones al advertir: “Si encuentro a un zeta, lo mato, ¿para qué lo interrogo?”. Después de la afirmación, ofreció disculpas en una carta pública.
El general Villa Castillo es originario de Francisco I. Madero, Durango, y es ingeniero en Telecomunicaciones. Participó en la Operación Sellamiento de la Península de Yucatán en la década de los noventa.
Está por verse, como lo dijo en alguna ocasión en Torreón, si en calles de Chetumal se anima a utilizar un lanzagranadas de su propiedad, de uso exclusivo y autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional, pues sus policías —asegura— no saben utilizarlo. Villa Castillo llega con el 34 a cuestas para frenar la inseguridad.