Aunque reconoce que existe el riesgo de que los políticos quieran usar al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad para conseguir votos, el vocero Rocato Bablot asegura que se mantendrán lejanos de las elecciones.
Luego del diálogo que sostuvieron con legisladores federales el jueves en la Ciudad de México, Bablot arribó ayer a La Laguna para participar en el Festival de Artistas por la Paz y visitó las instalaciones de El Siglo de Torreón para platicar de los desafíos y riesgos que enfrenta el movimiento al que pertenece.
¿Cuál es la reflexión que hace el movimiento luego de la reunión con legisladores federales?
Tiene diversas lecturas. Fundamentalmente yo creo que no está mal que volvamos a reiterar que todas estas acciones permiten darle vida al movimiento, darle también visualización a las víctimas y visualización a la situación tan dura, tan difícil que tiene el país.
Decimos que hemos hecho algo bien importante: todas las víctimas tienen nombre, tienen rostro, tienen familia, tienen seres queridos, tenían una existencia y han sido mutiladas muchas estas vidas, que pone en entredicho la viabilidad del país como un país digno, un país en paz (...).
En ese tenor ¿cómo encontraron a los legisladores? ¿Receptivos? ¿Lejanos?
Los escuchamos como son, con un discurso ya muy elaborado, muy hecho. Creo que hubo algunas respuestas que pudieran ser esperanzadoras, pero no en general. La particularidad es que ellos están en su universo. Creemos que la clase política, los partidos, no han cumplido con representar a la gente que dicen representar y, por lo tanto, hay un divorcio, una separación muy grande entre todos los actores (...).
Con todos los reclamos que se suman al movimiento, ¿cómo evitar que se pierda?
Hemos tratado de ser muy cuidadosos en eso. El 8 de mayo se presentó un pacto nacional con seis exigencias, y sobre ese eje se están haciendo mesas de negociación con la Secretaría de Gobernación, con la Procuraduría General de la República, sin salirnos de ese esquema. No nos podemos ir a todos los reclamos, no podemos hacer una lista gigantesca porque nos perderíamos en un mar de reclamos.
Es una labor extenuante el darle seguimiento a los reclamos, mantenerse firme en la exigencia. Puede llegar el desgaste... el ver que no hay respuesta. ¿Están preparados?
(...). Es cierto, el desgaste es un peligro que puede ser amenazante en la medida en que no hagamos lo conducente. Obviamente, tenemos que ver todas las formas en las cuales tengamos que estar cargándonos de energía, cargándonos de fuerza.
La caravana que vino al norte, la "Caravana del consuelo", fue de mucho desgaste físico, pero también fue una caravana de mucha recompensa. Recibimos cantidad de testimonios, de dolor, pero también cantidad de muestras de solidaridad, amor, apoyo.
Otro riesgo: 2012 es año electoral. Los candidatos van a querer quedar bien con este movimiento ¿Cómo evitar que se aprovechen?
Todas nuestras acciones viven bajo ese probable acecho, sin embargo, hemos mantenido en el discurso y en las acciones que somos un movimiento ciudadano, que no vamos a estar vinculados a las elecciones.
El movimiento nació cuando tuvo que haber nacido. Hubo un acto violento de siete muertes que nos hizo concurrir a mucha gente y de ahí extenderlo a todas las víctimas de la violencia. Pero somos un movimiento ciudadano que vivimos con el apoyo de los ciudadanos. Tenemos que mantener y redoblar los esfuerzos para que no se pierda.
A mí me han preguntado si Javier Sicilia se lanzaría para un puesto de elección popular y les digo: de ninguna manera.
Hay una parte de su discurso que es controvertida y tiene qué ver con el uso del ejército ¿Cómo plantear la salida del ejército (de las calles) sin dejar desprotegida a la ciudadanía?
(...) Nosotros no estamos pidiendo un blanco o un negro, un todo o un nada. Estamos pidiendo, primero, que se revise la estrategia contra el narcotráfico. Que se cambie de estrategia, que se busquen todas las opciones ciudadanas. (...) No estamos pidiendo que salga mañana el ejército de las calles.
(...) Cierto, hay lugares que no pueden vivir ahorita sin el ejército. Lo dijo Javier Sicilia: tiene que ser de acuerdo a cada circunstancia y tiene que ser paulatino. Pero el ejército no tiene porqué estar en las calles. Se tiene que hacer un trabajo muy amplio. Ahí está la responsabilidad de los gobernadores, de los presidentes municipales (...) ellos tienen que empezar a hacer trabajos que conduzcan a esta desmilitarización del país (...).
'No nos vincularemos a elecciones'
