No rompas tu dieta
1. Modérate
Si te invitan a cenar a un restaurante en lugar de que digas “no”, sólo ten cuidado a la hora de pedir los alimentos. Cambia los refrescos por agua, consume pollo o pescado y olvídate de los panes y los postres.
2. Se consciente
Lleve consigo la frase del escritor Arnold Glasgow: Su cuerpo es una carga que usted debe llevar a través de su vida. Entre más exceso tenga esta carga, más corto será su viaje.
3. Prepárate
Si sales de viaje es común que te dé hambre en el camino, ya sea por vía terrestre o aérea por ello, lleva “snacks” saludables en tu bolsa, fruta y mucha agua.
4. Prográmate
Quita de tu cabeza la idea de que “estoy a dieta”; mejor piensa que buscas un estilo de vida saludable que te ayudará a ser un mejor ser humano por dentro y por fuera.
5. Aleja las tentaciones
A la hora de ver televisión verifica que en la mesita de la sala no haya alimentos chatarra porque si te descuidas, con seguridad, en cualquier momento estarán en tu boca.
6. Come por hambre y no por apetito
La diferencia entre hambre y apetito es que el apetito es el antojo en sí, una respuesta de nuestro organismo al ver un alimento que se nos antoja; en cambio el hambre es la respuesta fisiológica del organismo de que necesita alimento. La mayoría de nosotros comemos por apetito, es decir, por antojo y no por hambre.
7. Recurre a la fibra
El acompañar tus comidas y cenas con una ensalada o los desayunos con fruta, hacen que nos sintamos más satisfechos y comamos menos; debido a que la fibra que contienen.
8. Evita el refresco.
Ya sabemos que el refresco es malo debido a la alta cantidad de azúcar, pero no lo sustituyas por jugos de frutas industrializados, éstos contienen una alta cantidad de azúcar.
9. Manténte activo
Con el frío y la poca luz del día, siempre se nos antoja el chocolate caliente, nada de frutas ni verduras y ni hablar del agua natural; pero trata de mantenerte activo y hacer algo de actividad física.
Se ha demostrado que el hacer actividad física durante el invierno se quema más calorías debido a que el organismo hace un doble esfuerzo por mantener la temperatura corporal, esto se traduce en un mayor gasto de calorías.
10. Hidrátate
Nuestro organismo, específicamente nuestro cerebro, no tiene la capacidad de diferenciar entre la sensación de hambre y sed, la sensación que tienes de boca seca, cansancio y “sed” son signos tardíos de deshidratación; por lo que cada vez que sientas esa sensación de un hueco en el estómago, toma agua primero y después ingiere los alimentos.
Con información del nutriólogo Carlos Reyes Torres.