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'No sé de qué humor vendrá'

CUANDO EL ENEMIGO ESTÁ EN CASA

Violencia. La violencia intrafamiliar es una realidad que se vive todavía en muchos hogares.  EL SIGLO DE TORREÓN / ARCHIVO

Violencia. La violencia intrafamiliar es una realidad que se vive todavía en muchos hogares. EL SIGLO DE TORREÓN / ARCHIVO

PRIMITIVO GONZÁLEZ

"Es viernes, nueve de la noche, y está por llegar mi esposo. El temor se empieza a apoderar de mí, intento que todo esté bien, la casa recogida, la cena caliente, no quiero que los niños hagan el mínimo ruido para que no lo molesten, pues no sé de qué humor vendrá el día de hoy".

Así inicia la narración de "Virginia", una de las mujeres que ha sentido en carne propia lo que se denomina violencia intrafamiliar. En la actualidad, y debido a las circunstancias y acontecimientos que se presentan en nuestra sociedad, vivimos con una sensación de inseguridad, con temor de salir a la calle, de lo que pueda suceder estando fuera de nuestra casa, pero ¿qué pasa cuando el temor, la angustia y la inseguridad no viene del exterior, sino del interior de nuestro hogar?, ¿cuando el miedo que paraliza no es infundido por una persona desconocida, al contrario, es por un miembro de la familia, de esa familia la cual debería proveer confianza, seguridad y amor? ¿Cómo se vive esto?, expone Hermila del Rosario Martínez Martínez, coordinadora del programa Esmeralda Laguna.

Damos paso a la narración de "Virgina".

"Se escucha la llave al contacto con la cerradura, los niños corren a saludarlo y él contesta de mala gana, reclama su cena argumentando que está cansado. Le pregunto cómo le fue en su día y empieza a gritar, entonces mejor callo. Le sirvo la cena y exclama: '¡sólo eso, otra vez lo mismo!', pero es lo que puedo hacer con el dinero que me da, aunque sólo lo pienso, temo a su reacción si trato de explicarlo.

"Prueba la comida y como de costumbre empieza a humillarme; 'no sirves para nada, ni siquiera sabes cocinar, eres una inútil'. Las palabras me duelen, aunque las haya escuchado infinidad de veces, son como pequeños cortes en mi corazón. Me quedo un instante sólo con mis pensamientos y cuando reacciono es porque lo veo venir contra mí.

"Trato de correr pero ya es tarde, siento su puño cerrado contra mis mejillas. Lo único que hago es gritarle a los niños que se encierren en su cuarto. Siento un golpe tras otro, los insultos vienen a la par de los golpes, mi cuerpo ya no resiste y me quedo quieta soportando no sólo el dolor físico, también el que le ha hecho a mi alma.

"Desde hace muchos años, lo veo y no reconozco a ese hombre al que yo amé. Quiero correr, el miedo me paraliza, pero en mi interior siento que necesito salir de aquí".

Esta historia se repite por desgracia todavía en muchísimos hogares, no importando edad, raza, status social ni económico. La violencia intrafamiliar es un problema real que va en aumento y se alimenta del silencio, sobre todo del silencio de quien lo padece, asegura Martínez Martínez.

El Programa Esmeralda brinda atención a las personas en situación de violencia intrafamiliar y de género, a través del servicio telefónico, en momentos de precrisis y postcrisis, originados por el maltrato y la intimidación en cualquiera de sus manifestaciones.

Esmeralda opera de manera gratuita por medio del 066 las 24 horas del día y los 365 días del año, con una asesoría profesional, muy cálida y empática.

Cabe destacar que Esmeralda es creado a través de la Dirección de Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Durango, como parte del proyecto de Seguridad.

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