Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

NUESTRA SALUD MENTAL

EL ESTRÉS QUE TODOS VIVIMOS

Por: Dr. Víctor Albores García

ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C. (PSILAC)

CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA

(VIGÉSIMA TERCERA PARTE)

Es así pues, que el contacto físico como un instrumento y un estilo de transmitir el amor juega un rol tan esencial en nuestra existencia a través de los años, desde el momento mismo en que nacemos. El amor en esa etapa primaria es percibido por medio de los cinco sentidos: el contacto visual prolongado de esas miradas amorosas iniciales cara a cara entre la madre o el padre y el bebé; las palabras, los arrullos, las frases y los sonidos cariñosos, los murmullos, los cuentos y las canciones en esos momentos en que la criatura se encuentra entre los brazos de ellos, en ese contacto piel con piel; los aromas característicos de mujer y de hombre que paulatinamente el bebé empieza a diferenciar; el sabor de la leche y del seno materno al unísono con la estimulación de los labios, de la lengua y de la boca en general; los ritmos y movimientos que se dan al cargarlo, alimentarlo, arrullarlo, bañarlo, pasearlo, mecerlo o simplemente acariciarlo. Se tratan todos ellos, de estímulos fundamentales e indispensables para la formación y el desarrollo de nuestro primer vínculo amoroso, ese vínculo que inicialmente constituye la base de nuestras relaciones interpersonales, puesto que a lo largo de la vida nos irá guiando en la formación de otros vínculos diferentes siguiendo los patrones aprendidos e impresos en nuestro inconsciente, como núcleos básicos de la personalidad de cada uno. Gracias a la seguridad y a la fuerza de tales vínculos primarios, en los que llegamos a conocer la confianza en la otra persona, y por ende aprendimos a recibir y a dar el amor con tales patrones de contacto físico, seremos capaces entonces de desarrollar nuestra capacidad para intimar y amar a otros seres humanos, en la formación, el reforzamiento, la modificación o la renovación de nuevos vínculos en los que podremos seguir practicando tales capacidades a lo largo de la vida. Desgraciadamente, cuando en esa relación primaria del bebé con su madre y con su padre, no se desarrolle esa confianza y esa seguridad, con la cercanía y la intensidad de un vínculo semejante, en el que se llegue a transmitir el amor a través del contacto físico y de la estimulación de los demás sentidos, las carencias emocionales pueden llegar a límites extremos como se ha visto en diferentes tipos de trastornos emocionales infantiles que se prolongan hasta la etapa adulta. Podríamos considerar pues, que se trata de dos extremos opuestos en una línea de desarrollo, en donde un polo representa lo óptimo y el otro lo contrario, pero que entre ambos extremos puede existir toda una variedad de estilos de vínculos materno-infantiles, o paterno-infantiles con sus respectivas características.

En el fondo, lo importante de estos conceptos radica en el hecho de que representan la base de nuestro aprendizaje sobre como iniciamos, formamos y desarrollamos nuestras relaciones interpersonales y los vínculos que nos unen a los demás, especialmente cuando se trata de personas significativas en nuestras vidas. Asimismo, tiene que ver con el uso que hacemos de nuestros sentidos para relacionarnos con tales personas y muy especialmente a través del contacto físico como un transmisor de nuestro amor y de nuestros sentimientos en general. Esto definitivamente, representa un capítulo esencial en lo que se refiere a nuestra sexualidad, y no me refiero al acto sexual en sí como forma de "hacer el amor", en donde naturalmente deberían entrar en acción todos nuestros sentidos y la estimulación que de ellos se deriva, sino que me refiero a ese concepto mucho más amplio de la sexualidad como un área más compleja y extensa tan propia de nosotros como seres humanos y todavía no del todo comprendida y estudiada como debiera ser. Nuestra capacidad para vincularnos amorosamente con los demás, o por otro lado nuestra incapacidad para hacerlo, obviamente se llega a convertir en un potente factor estresante en nuestras vidas, que en ocasiones puede provenir desde la infancia más temprana (Continuará).

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 607850

elsiglo.mx