(CUADRAGÉSIMA TERCERA PARTE)
EL ESTRÉS QUE VIVIMOS
En un momento dado, creo que todos estamos conscientes de habitar en un enorme espacio parecido a esos gigantescos supermercados y almacenes de departamentos típicos de esta época, y en los que se exhiben una exuberante variedad de productos de mientras que otros de calidad dudosa, pueden ser completamente artificiales e innecesarios, pero que gracias a las ingeniosas pinceladas de la mercadotecnia tienden a sobresalir y a lucir atractivos e indispensables. Algo semejante sucede con nuestro panorama nacional y la oferta ilimitada de modelos de hombres, mujeres, parejas y familias que se da en el mismo, modelos que igualmente se exhiben en los estantes y los aparadores sociales como una muestra de las muy diversas opciones que existen, y que sirven para ser observados, identificados, admirados, imitados y finalmente ser absorbidos y digeridos como otro más de los productos de consumo, o por el contrario, para ser descalificados, evitados, criticados y repudiados. Esta extraordinaria e ilimitada exhibición de modelos como productos de consumo, tiende a causar confusión, desasosiego, incertidumbre y ansiedad en la generalidad del público a la hora de tomar decisiones para escoger, pero me parece que dicha selección es todavía más difícil y compleja en el caso de la gente joven, de los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes, quienes en una u otra forma, consciente o inconscientemente, sin bases ni orientación suficiente en muchos casos, se ven obligados a medirse y compararse con tales modelos para forjar su propia personalidad e identidad. Seguramente para ellos en el presente, al igual que ha sucedido para los adultos en el pasado, los rasgos de ciertos modelos aparecen más atractivos, más elocuentes, y se conectan y embonan más a la medida con los sueños, las aspiraciones y los deseos íntimos y particulares de cada individuo, en relación a su autoimagen, a la selección ideal de una pareja y a la formación o no de una familia. A pesar de que en muchos casos, decisiones semejantes se toman de improviso, impulsivamente, como si se tratara de la compra de una prenda de vestir que no hubo suficiente tiempo para probarla, pero que fue el resultado de un golpe de amor a primera vista como suele suceder en tantas ocasiones, este tipo de decisiones generalmente forman parte de un largo proceso de observación, reflexión y esfuerzo a lo largo de determinados períodos de tiempo, conforme cada persona madura y evoluciona por la vida.
En nuestra época y especialmente en los últimos años, se puede mencionar la germinación cada vez más abierta y vertiginosa de otro tipo de modelos de hombres, de mujeres, de parejas y de familias, que seguramente siempre han formado parte de nuestra sociedad, así como de cualquier otra sociedad y etapa histórica, pero cuya existencia había permanecido discreta y aparentemente subterránea y silenciosa, y de alguna manera en equilibrio con el entorno, sin demasiados síntomas o manifestaciones extremas que delataran su presencia. En la actualidad sin embargo, este otro estilo de modelos de hombres, mujeres, parejas y familias, se han convertido en los acontecimientos cumbre de última hora, en los personajes vivientes de carne y hueso que llenan los espacios de los noticieros a ocho columnas lo mismo en la prensa, en la radio o en la tele; como una especie de "héroes rojos" en esa representación ambivalente de las telenovelas, las películas y hasta los corridos y ritmos raperos y de banda; personajes que igualmente se encuentran inmersos en las vecindades y las comunidades, formando núcleos esenciales dentro de ellas, que a su vez, se han irradiado y reproducido con una rapidez asombrosa en todas direcciones y hacia todos los rincones de la sociedad y del país, con características sumamente violentas y delictivas, que provocan niveles extremos de ansiedad y de estrés en la población en general, con la consecuente y radical transformación, deterioro y destrucción de nuestro estilo de vida y nuestras costumbres en una cotidiana guerra civil sin visos de resolución (Continuará).