Contraataque.Rebeldes libios lanzan un misil contra las tropas del coronel Moamar Gadafi, en Ajdabiya, Libia. EFE
Las fuerzas leales al gobernante libio Moamar Gadafi bombardearon ayer Ajdabiya, una ciudad estratégica en poder de los rebeldes y que ha sido escenario de intensos enfrentamientos en las últimas semanas.
La ofensiva gubernamental contra Ajdabiya asestó un revés a la insurgencia, que se vio obligada a replegarse después de que el día anterior avanzara hasta las afueras de la ciudad petrolera de Brega, ubicada 100 kilómetros (60 millas) al oeste.
Decenas de vehículos, algunos de ellos camionetas rebeldes con ametralladoras pesadas montadas en la parte trasera, huyeron ayer de Ajdabiya hacia el baluarte rebelde de Bengasi, 160 kilómetros (100 millas) hacia el norte.
En marzo, las fuerzas de Gadafi rodearon Ajdabiya con tanques, transportes de tropa blindados y artillería pesada antes de que las diezmaran los ataques aéreos de la OTAN. Los rebeldes recuperaron la ciudad y avanzaron hacia el oeste merced al apoyo de la Alianza Atlántica.
La OTAN ha impedido con sus incursiones aéreas la derrota de los rebeldes en el campo de batalla ante las fuerzas de Gadafi, que están mejor equipadas y mejor entrenadas, pero esas acciones han sido insuficientes para sellar la victoria de la insurgencia.
Los rebeldes han sido incapaces de alcanzar la ciudad de residencia Gadafi, Sirte, la cual está fuertemente defendida y es la puerta de acceso hacia la mitad occidental del país que controla el régimen.
El avance rebelde al oeste de Ajdabiya, hasta Brega y el centro petrolero de Ras Lanuf, unos 100 kilómetros (60 millas) más distante, se estancó debido a que la vanguardia rebelde se alejó en exceso de su retaguardia de abastecimiento. La insurgencia fue superada además por el fuego más potente y las mejores tácticas de las fuerzas del gobierno.
Las fuerzas de Gadafi han frenado el avance rebelde y replegado a la insurgencia hacia el este, pero no han podido avanzar hacia Bengasi debido principalmente a la amenaza de los ataques aéreos de la OTAN.
En París, el ministro de Defensa de Francia, Gerard Longuet, refutó las declaraciones de un funcionario de alto rango de la OTAN según las cuales a la alianza le faltaban aviones.