Envío de droga. La DEA ha identificado que desde México se envía droga hacia Nuevo México, en especial a Albuquerque.
Los cárteles de Juárez, de Sinaloa y la "Familia Michoacán" han incrementado su presencia en el norte de Nuevo México, Estados Unidos, donde viven con sus familias y realizan tráfico de droga, incluso han llegado hasta las reservaciones indias, señala información de la Fuerza de Tarea Antinarcóticos de Nuevo México.
"Los cárteles mexicanos han trasladado su actividad a esta entidad. Las células están operando sus actividades aquí y los problemas que representan en violencia son como se viven en México", indica. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) confirmó que desde hace dos años ha sido el Cártel de Juárez el que mayor actividad ha tenido en el norte de Nuevo México; sin embargo, a partir del 2011 comenzó a registrarse un aumento en la actividad de los cárteles de Sinaloa y de la "Familia Michoacana".
La DEA ha identificado que desde México es enviada la droga hacia California, después a Phoenix y hacia Nuevo México, en especial a Albuquerque, desde donde es distribuida hacia el resto de esa entidad, hacia Colorado, Utah, Missouri y Dakota del Norte y del Sur.
Además en Albuquerque se han recibido pagos en dólares de rescates de secuestros o extorsiones a estadounidenses, dinero que los miembros de los cárteles envían a México vía transferencias electrónicas por debajo de los mil dólares, y en ocasiones amenazan a los dueños de las empresas o los extorsionan para que continúen enviando periódicamente el dinero a cuentas mexicanas, se explica.
"Los cárteles han estado secuestrando a mexicanos ilegales a los que se llevan a México y piden el rescate tanto a los familiares en Estados Unidos como a los mexicanos, en 80% de los casos a pesar del pago nunca regresan esas personas y en ciertas ocasiones sólo se les informa dónde encontrar los cadáveres", menciona el texto.
Hasta ahora la Fuerza de Tarea Antinarcos ha podido identificar que los miembros de los cárteles están arribando en grupos de hasta cinco varones, con sus respectivas familias y llegan a habitar casas de pandilleros o despojan de sus departamentos a esos pandilleros.