Gran elenco. Arturo Ripstein presentó su nueva película, en la cual participan Arcelia Ramírez y Patricia Reyes Spíndola, entre otros.
Cuando el cineasta Arturo Ripstein terminó una respuesta con la frase: "La literatura sin duda siempre ha sido mi camino", no mintió. No sólo ha llevado al cine novelas de Gabriel García Márquez, José Emilio Pacheco, Vicente Leñero y Naguib Mahfuz, sino que además siempre ha trabajo en sus cintas con escritores, más que con guionistas.
Por eso no sorprendió que su nueva película Las Razones del Corazón sea una reescritura y readaptación de la Madame Bovary de Flaubert pero con un sustrato muy mexicano; una película que, él asegura, está lo emblemático del libro; por eso toman los últimos dos días de la novela y hablan de su cercanía con la muerte.
El director de películas como El Callejón de los Milagros, El Castillo de la Pureza, El Gallo de Oro y Principio y Fin, recibió ayer un homenaje en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, después de proyectar su nueva cinta que cuenta con las actuaciones de Arcelia Ramírez, Vladimir Cruz, Patricia Reyes Spíndola y Alejandro Suárez.
"Cuando se filma una obra literaria es apropiarse de ella, faltarle al respeto al autor, el autor es un punto de inspiración, la novela es un punto de inspiración y uno la hace propia; le quita todo lo que uno quiere y le añade.
"La novela termina siendo yo, si Flaubert dijo alguna vez 'Madame Bovary soy yo', Paz Alicia dijo 'Flaubert soy yo'; removió lo que era el autor y se jerarquiza para que fuera ella. No importa. La novela siempre queda incólume a pesar de las tantas adaptaciones", señaló Ripstein.
El cineasta negó que esta película represente su regreso, pues dijo: "Nunca me fui, hay momentos donde uno hace una pausa para ponerse a reflexionar hasta dónde se puede, dónde está uno metido y por dónde debe caminar. No es que me haya ido y que venga de vuelta".
Arturo Ripstein afirmó que uno de sus grandes estímulos ha sido siempre la lectura. "No soy, como los escritores, un lector voraz, pero he sido un lector atento y desde muy jovencillo todo lo que leía era pensando en cómo se filmaría; sin embargo, nunca tuve dudas de qué quería ser, nunca pensé en ser escritor y formarme en una base de lecturas. Siempre quise hacer películas, sabía que leyendo iba a encontrar inspiración".
El cineasta aseguró que filmó en blanco y negro porque así le quitó a la película lo circunstancial, dejándole lo más crudo e inmediato.