Funcionarios del Gobierno de Obama afilan medidas contra la contratación de indocumentados, centrándose en cargos criminales para los empresarios mientras evitan arrestos de los propios trabajadores, afirmó The New York Times.
Según el diario, tras meses de críticas de los republicanos que afirmaban que el presidente Barack Obama estaba perdiendo el control de la inmigración en los lugares de trabajo, la estrategia del gobierno ha dado resultados positivos.
La táctica de la autoridades, luego de largas investigaciones, ha dado como resultado que los casos de los empleadores -que han contratado indocumentados- han terminado en acusaciones, condenas, así como el aumento de multas y penas de cárcel.
Mientras se llevan a cabo menos redadas de gran magnitud en las fábricas, las autoridades de inmigración amplían enormemente el número de empresas que enfrentan el escrutinio, así como los casos en que los empleadores sufren sanciones severas.
El Times indicó que durante una ruptura con las políticas de la era Bush, el número de causas penales contra los trabajadores inmigrantes no autorizados se ha reducido drásticamente en los últimos dos años.
Entre los empresarios que han sentido el impacto de las tácticas de la administración Obama son dos propietarios de restaurantes mexicanos en la cadena Chuy's Mesquite Broiler.