Cercanas. Las nueve esculturas del artista plástico mexicano José Luis Cuevas que se exponen en la calzada Colón, logran atraer a decenas de laguneros día a día, quienes las observan, tocan y se toman fotos.
"Al principio pues uno ve las esculturas porque son grandes y ahí están, pero llega el momento en el que uno se tiene que bajar del coche, acercar, tocar y sobre todo tomarse una foto para subirla al Facebook", dice Martha Liliana, una de las miles de laguneras que no se aguantó las ganas, estacionó su vehículo y se dio unos minutos para recorrer de cerca la exposición de José Luis Cuevas que actualmente se roba la mirada de los transeúntes desde el camellón de la calzada Colón.
Y es que el arte es tan democrático, que basta observar unos minutos la muestra escultórica de la Colón, para ver cómo desfilan en un interminable diálogo visual, niños, jóvenes, adultos, personas de la tercera edad e incluso representantes de las diversas tribus urbanas, para quienes la estética de la obra de Cuevas, los invita a recorrer la galería urbana.
Desde la avenida Morelos hasta la Abasolo, sobre la Colón se encuentran las nueve obras de gran formato que hacen parte de la exposición que permanecerá en la céntrica avenida hasta el próximo mes de octubre.
"Pues este tipo de actividades son las que sacan la cara por la ciudad, porque en medio de las malas noticias uno ni se entera de estas exposiciones, por eso debemos pasar la voz para que vengan los amigos y familiares de quienes la ven, porque es gratis y están ahí", dice Juan Carlos, estudiante de tercer semestre de psicología.
Desde la señora que lleva de la mano a sus dos hijos, mientras les explica que estas esculturas son de un artista mexicano muy famoso, hasta el adolescente que trata de impresionar a su compañera, hacen parte de quienes recorren la muestra en tan sólo una parte de la mañana.
Monumentales piezas hechas por el maestro Cuevas en el 2005, 2007 y 2008, como "La Giganta", la figura obscena conocida como "El Perro", las "Cabezas 1, 3 y 6", "El Catrín", "Beatriz del Carmen y José Luis Cuevas" y el "Caballo", entre otras, hacen parte de la retrospectiva.
Estudiantes, amas de casa e incluso algunos policías que por momentos dejan a un lado las armas, posan a un costado de alguna obra mientras teléfonos celulares y cámaras digitales, registran el momentáneo romance entre las esculturas de cuevas y los laguneros que las abrazan, se sientan o las observan con agrado.
"Algo que me gusta es que en la calle se siente libertad, como que nadie te observa, aquí no importa si uno sabe o no de arte, sólo importan que la obra está ahí, para que la gente la observe, no es como en los museos, que va la gente conocedora", reflexiona doña Gloria, quien llevó a sus dos hijos a ver la muestra.
Sin importar el calor, el pesado tráfico que suscita sobre la arteria vial o las incomodidades que causan algunos arreglos, los laguneros recorren una y otra vez un espacio que recibe por tercera ocasión, no sólo obra de gran formato, sino obra de un artista de prestigio internacional, como José Luis Cuevas.
"Ojalá que esta parte de la ciudad la dediquen a actividades culturales, y que inviten a los artistas locales también, porque la única manera de romper con ese círculo de la violencia es apropiándonos de los espacios que la violencia nos ha quitado, estas esculturas son más grandes que el miedo", dijo un profesor de la UA de C, quien acompaña a un grupo de estudiantes en el recorrido.