Ofrece Prodem talleres para reducir violencia intrafamiliar

Cuando hablamos de violencia de género, menciona la titular de la Prodem, Claudia Bonilla, "asumimos que ésta se ejerce sólo hacia la pareja sin ver todo el trasfondo que esto conlleva. Las diferentes formas de violencia sin importar el género provocan incertidumbre en los menores volviendo a las familias en disfuncionales.

"La violencia de género se vuelve alarmante cuando hablamos de mujeres con ojos morados, abrasiones o con lágrimas en los ojos y solemos mirar esta situación. Pero yendo más allá, cuando una madre es golpeada, los menores son víctimas de ese mismo acto y reciben tanto o más daño emocional y psicológico. En otras palabras: Un ojo morado es la punta del iceberg de un serio problema de violencia intrafamiliar", añade.

Si lo vemos en sentido inverso, expone, cuando un menor es violentado de manera física, verbal o psicológica, se podría asegurar que la pareja es también violentada. La violencia no se genera sólo hacia una persona, sino que trasciende afectando a todo el núcleo familiar.

"Pero vayamos un poco más lejos, pensemos en que estos pequeños viven con esa forma de vida. ¿Qué es lo que aprenden? Cambiar patrones adquiridos desde temprana edad suele ser una tarea difícil, lo más seguro es que estas familias que padecen violencia se conviertan en un semillero para que las generaciones por venir sigan repitiendo esos patrones una y otra vez", enfatiza.

 FUENTE: PRODEM