Los senadores de la República podrán probar, en su nuevo restaurante, los mismos platillos que han sido servidos a la reina de Inglaterra y a los reyes de España. Sin licitación o concurso de por medio, la Cámara Alta entregó a la empresa "Grupo Zonura-Prendes" el servicio para la alimentación de los legisladores y el personal que laboran en la millonaria sede, localizada en Paseo de la Reforma.
Los legisladores podrán degustar especialidades de "excelsa comida tradicional mexicana", en el restaurante destinado exclusivamente para legisladores, pero también en los banquetes y las comisiones de trabajo.
En entrevista, el dueño de la compañía, Álvaro López Castro, aseguró que está listo para complacer a los paladares más exigentes de los 128 senadores, que provienen de todos los estados del país.
En sus relatos, el restaurantero afirma que no sólo ha dado servicio a reyes, sino también a personajes como los expresidentes de Estados Unidos, George Bush, y de Cuba, Fidel Castro.
"Mi padre atendió a Miguel Alemán y a (Adolfo) Ruiz Cortines. A mí me ha tocado servir a la reina de Inglaterra, cuando vino a México, y he servido en cuatro ocasiones a los reyes de España.
"Fox me contrató para servirle a Bush y en la Cumbre de Guadalajara de Jefes de Estado yo le puse personalmente el azúcar a Fidel Castro, porque era un tema de seguridad", recordó.
Con un chef de origen suizo al frente de su equipo, el empresario afirma que lo respalda un currículum gastronómico que incluye los mejores chiles en nogada que se hayan cocinado durante los últimos 50 años en la región centro del país.
Tras afirmar que está listo para "chiquear" a sus nuevos clientes del Senado, el empresario adelantó que trabajará con las máximas condiciones de higiene para evitar que se repita lo que ocurrió en la Cámara de Diputados, donde se ha servido comida hasta con heces fecales. "Nunca me ha pasado algo así, el restaurante estará funcionando como si fuera público y mi trabajo estará a la vista de todos", expresó. Antes, en su vieja sede, el Senado sólo contaba con un comedor, al que acudían los legisladores y algunos empleados.
Ahora, en la nueva sede -que costó más de 4 mil millones de pesos- los senadores tendrán dos restaurantes y una cafetería.
Uno de los comedores será de acceso restringido, sólo para senadores.
Ahí, se servirá comida a la carta, mientras que en el otro donde podrá ingresar los empleados-, se habilitará un servicio de bufet.
Según López Castro, tanto los senadores como los empleados deberán pagar por los alimentos que consuman en el lugar.
"No voy a cobrar nada al Senado y el que coma en el restaurante va a gastar menos que si comiera en la calle. Soy baratero, no vengo a esquilmar y me voy, prefiero paso que dure y no trote que canse".