Opacan al país: desempleo y pobreza

La economía mexicana creció en 2011 por arriba de su potencial en un entorno caracterizado por una constante volatilidad financiera y la desaceleración de la economía global.

Al cierre del año, continúan pendientes en México deudas históricas como los elevados niveles de pobreza y la gran desigualdad en la distribución del ingreso, así como la generación de empleos de calidad con mejores salarios y remuneraciones.

En 2011, la actividad económica en México fue robusta y al tercer trimestre resultó superior a lo previsto, con un valor de 14.5 billones de pesos.

Para el cierre del año se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 3.9% anual, desde el alza de 5.4% registrado en 2010 y que en 2012 se prevé que desacelerará.

Eduardo Loría, director del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (Cempe) de la UNAM, estimó que 2011 cerrará con un crecimiento económico anual cercano a 3.8%, el cual consideró "no es un dato malo, pues está por arriba del crecimiento potencial".

"Obviamente, todo mundo quisiera ver un crecimiento mayor, pero considerando las condiciones globales, no es un crecimiento malo", añadió.

El experto consideró que "es positivo que México esté creciendo de una forma estable, evitando bandazos".

Por su parte, José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, expuso que México tuvo un desempeño económico mejor de lo esperado en los primeros tres trimestres de 2011, al reportar un crecimiento económico de 4% a tasa anual, apuntalado por la actividad industrial manufacturera, sobre todo del sector exportador, pero también por un mercado interno que logró mantener un desempeño aceptable gracias al avance del empleo formal y a la expansión del crédito.

"Sin embargo, este crecimiento económico no impactó en la reducción de desequilibrios más elementales que enfrenta el país, de los cuales el más delicado es la pobreza", dijo.

El académico añadió que el avance de la pobreza es un tema preocupante "porque implica que la generación de la riqueza no se está distribuyendo mejor, ni está llegando al grueso de la población, y esto está asociado a la calidad del empleo, que tampoco tuvo un buen desempeño en el año".

Expuso que la situación del mercado laboral en el país siguió deteriorándose, sobre todo en el aspecto de salarios y prestaciones otorgados.

A noviembre de este año, las plazas de trabajo formales creadas, 811 mil 384 empleos, fueron insuficientes para absorber a la fuerza laboral mexicana que siguió expandiéndose, lo que se tradujo en la persistencia de elevadas tasas de desempleo.

Durante el año, la tasa de desocupación se situó por arriba de 5% de la fuerza laboral, nivel superior al promedio de 3.5% previo a la crisis de 2008. Datos de Inegi al tercer trimestre muestran una tasa de desempleo de 5.6% de la Población Económicamente Activa, sin cambios respecto a la tasa del tercer trimestre de 2010.

En tanto, los empleos creados en el año fueron de escasos salarios y bajo condiciones precarias que propiciaron el repunte de la pobreza.

Al tercer trimestre de este año, la tasa de subocupación, esto es los trabajadores que se emplearon o buscaron un segundo empleo dada la necesidad de trabajar más tiempo, fue de 4.17 millones de personas u 8.9% de los ocupados, superior en 214 mil personas al dato del mismo lapso de 2010 de 3.96 millones de mexicanos u 8.6% de los ocupados.

También repuntó la población empleada en el sector informal de la economía que abarcó a 13.5 millones de personas, o 28.7% de los ocupados a septiembre de este año, desde los 12.9 millones de personas, 28.1% de los ocupados en el mismo período de 2010. Esto representó un incremento de 534 mil trabajadores que laboraron en la informalidad en un año.

La informalidad funciona como refugio laboral, pero está fuertemente asociada a los empleos de bajos ingresos, muchas veces por debajo de la línea de pobreza. En consecuencia, los empleos de mala calidad reproducen más la pobreza.

"La primer gran foto es un año con crecimiento económico, pero con más pobreza porque el empleo que se generó fue insuficiente y con menor poder adquisitivo y prestaciones para los trabajadores", señaló De la Cruz.

Por otro lado, en los primeros tres trimestres de 2011 no se redistribuyó la riqueza a los trabajadores.

En 2011 pese al avance del PIB, 23 de las 32 entidades federativas presentaron un incremento en el índice de pobreza con relación al mismo periodo de 2010. Los casos más preocupantes fueron Aguascalientes, Chihuahua, Puebla, San Luis de Potosí, Distrito Federal, Sinaloa y Tamaulipas, entidades que exhibieron crecimientos de dos dígitos. Sólo Coahuila presentó una baja relevante.

 ENTRANDO A 2012

Para 2012 se prevé un crecimiento menos dinámico, conforme las naciones desarrolladas se enfrenten al recorte de sus pasivos y la demanda externa modere su avance.

"Al final de 2011 hubo un elemento preocupante: la afectación de incertidumbre financiera sobre la actividad económica a través del tipo de cambio", dijo De la Cruz.

Por su parte, Eduardo Loría, director del Cempe de la UNAM, pronosticó que el desempleo se mantendrá alto porque en un contexto de bajo crecimiento mundial y de grandes movimientos del tipo de cambio, las empresas difícilmente van a aumentar su demanda de empleo notablemente. "Lo que hacen es tratar de aumentar productividad, justamente deprimiendo el empleo", apuntó.

Estimó que el desempleo cerrará con una tasa de 5.71% de la fuerza laboral y para los próximos dos años previó una tasa de desempleo de 5.73% de la PEA.

Mónica Flores Barragán, directora de Manpower México y Centroamérica, consideró que en 2011 el empleo se estabilizó, respecto a los niveles de la crisis, pues un amplio número de empresas encuestadas señaló que mantendrían sin cambios su plantilla laboral y menos firmas planearon reducir personal.

De acuerdo con los datos de la encuesta de Manpower, en promedio 70% de las empresas encuestadas mantuvo su plantilla laboral y el número de empresas que dijo que iba a reducir personal estuvo entre 6% y 8%, desde el 14% durante la crisis. En el caso de las contrataciones, entre 22% y 23% de las empresas mexicanas encuestadas dijeron que elevarían su plantilla laboral.

"El escenario es positivo si se comparan estas cifras con las de otros países", expuso Flores.

Asimismo, consideró favorable el aumento en el número de afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que tocó un nivel récord al pasar los 15 millones de afiliados.

Si bien en los primeros 11 meses del año se generaron más de 811 mil puestos de empleo formales en el país, anualmente se deben generar un poco más de 1 millón de empleos para absorber a la nueva fuerza laboral.

Mónica Flores expuso que aún hay mucho por andar en el tema de vinculación académica y el diálogo entre empresas e instituciones educativas. "Sí se ha empezado a dar, pero muy focalizado", indicó.

Comentó que esta vinculación ha ocurrido muy puntualmente, entre algunas universidades y escuelas técnicas con empresas, "pero aún no es un tema generalizado", expuso.

Además, dijo, "se ha dado en algunos sectores como el automotriz que tienen estrategias de generación de talento".

"No vemos en general una estrategia de las organizaciones para tener talento sustentable; sólo algunas empresas están pensando en cómo fomentar y generar el talento que necesitarán en los siguientes años, considerando los cambios que puedan tener en sus procesos, la tecnología o la innovación", señaló.

La directiva comentó que de existir la suficiente masa crítica de talento, "sobre todo en perfiles de investigación y desarrollo, mecatrónica y perfiles técnicos, México sería más atractivo para la inversión extranjera y local y para generar empleo formal".

Flores consideró que 2011 fue positivo en cuanto a las medidas que las autoridades comenzaron a tomar para reducir la informalidad, al cerrar la pinza entre la Secretaría de Hacienda y el IMSS, y por las acciones efectuadas en contra de empresas elusivas que atentan contra los derechos de los trabajadores.

"Esto es positivo pues representa estabilidad, pero no es suficiente, tenemos que acelerar como país las reformas estructurales. No sólo la laboral, hay muchas cosas que hacer para ver repuntes en la generación de empleo formal y dar empleo a los jóvenes que están egresando".