Cuauhtémoc Blanco fue sometido a una operación en la rodilla derecha que lo marginará de las canchas durante tres semanas. (Jam Media)
Las consecuencias de aquel severo golpe asestado a Cuauhtémoc Blanco en el primer capítulo de la final por el ascenso, le obligaron a ingresar al quirófano.
El genio comparte que el diagnóstico recibido fue "distensión de ligamento [en la rodilla derecha]".
Se esperaba que sanara mediante rehabilitación, pero volvió a sentir molestias en la pretemporada. Se decidió llevarlo a Houston para una revaloración médica y "el pasado fin de semana se me realizó una intervención en la rodilla. Me atendió el doctor Thomas Parr".
"Fue una artroscopía para hacer limpieza y de esta forma quitar las molestias que sentía al golpear el balón. Por fortuna todo estuvo bien y se me permitió salir del hospital por mi propio pie. Con la rehabilitación y manteniendo el trabajo físico que tenía estaré listo en aproximadamente tres semanas para integrarme con el equipo [Irapuato] y afrontar esta temporada [de la Liga de Ascenso]".
El calvario está cerca de terminar, lo que refuerza la ilusión. Honesto, el "Temo" confiesa que su temple fue puesto a prueba, ya que "en ese momento [de la jugada] pensé lo peor, por el intenso dolor y falta de movimiento que tenía".
La situación era bastante delicada. El símbolo de los Freseros no estuvo en el partido definitivo ante el Tijuana. "Fue frustrante no poder ayudar a mi equipo dentro del campo y desafortunadamente nos quedamos en la orilla de la lucha por ascender al máximo circuito".
Tampoco tendrá actividad en la presentación de La Trinca, dentro del Apertura 2011, el próximo sábado contra La Piedad, en el Sergio León Chávez. Será el primero de los tres juegos a los que faltaría. Veracruz y Celaya también chocarían con un Irapuato mermado, sin su líder dentro y fuera de la cancha.
El tres veces mundialista reaparecería el domingo 21 de agosto, contra el Cruz Azul Hidalgo, en el estadio 10 de Diciembre.
Su vasta experiencia le dicta que es un grave error acelerar los procesos de recuperación. Blanco evita ser traicionado por el ímpetu, pese a que ansía volver al lienzo verde lo antes posible.
Está consciente de que alimenta buena parte de las esperanzas freseras, reto que asume nuevamente al sentenciar que "jugaré este torneo con la intención de que sea uno de las mejores de mi carrera".
