Captura. OTAN estima que la caída de Gadafi es sólo cuestión de tiempo.
La OTAN aseguró que la caída del líder libio Muamar Gadafi es cuestión de tiempo y defendió la continuidad de sus operaciones armadas durante el mes sagrado musulmán de Ramadán mientras Trípoli siga amenazando a la población civil.
"El régimen de Gadafi está cada vez más aislado. La cuestión no es si Gadafi renunciará, sino cuándo", señaló ayer en rueda de prensa la portavoz de la Alianza Atlántica Carmen Romero.
Cuatro meses después de asumir el mando de las operaciones internacionales en Libia, la OTAN mantiene la presión sobre Trípoli, pero se resiste a cuantificar qué porcentaje de la maquinaria militar de Gadafi ha sido destruido."Lo que importa es el efecto global de la campaña, no los porcentajes. Todos los días salvamos vidas y eso es lo importante", subrayó la portavoz ante las preguntas de los periodistas.
En los primeros días de su misión, la organización aseguró que había destruido un 30 por ciento de la capacidad de Gadafi, pero desde entonces considera difícil cuantificar los avances en este sentido.
Según la OTAN, al día de hoy la fuerza militar del régimen está "considerablemente" reducida y así lo demuestra el número "relativamente bajo" de ataques a civiles en los últimos días.
Sin embargo, las fuerzas de Gadafi siguen bombardeando ocasionalmente la ciudad de Misrata (oeste) y, según informaciones sin confirmar por la OTAN, podrían haber recuperado el control de una localidad en las montañas de Nafusa.
En esa zona se concentran hoy por hoy los principales combates entre el régimen y los rebeldes, explicó ayer el portavoz de la misión aliada en Libia, el coronel canadiense Roland Lavoie, en una teleconferencia desde Nápoles (Italia), donde la OTAN tiene el mando de su operación en el país norteafricano.