A contrapelo de los propósitos de enmienda, los juramentos ante la Virgencita y los golpes de pecho del Gobierno, la corrupción sigue galopando sin freno en Petróleos Mexicanos. Su última "hazaña" amenaza con sentar a la empresa pública en el banquillo de un tribunal internacional.
El amago lo mantienen empresas multinacionales y nacionales como Halliburton, M.I. Drilling Fluids, Dowell Schumberger, QMax y Baker Hughes de México, en la presunción de dados cargados en licitaciones internacionales hacia la firma Global Drilling Fluids.
Ésta ha ganado tres de cuatro concursos convocados por la paraestatal, concretamente Pemex Exploración y Producción, con lo que acapara el 78% de los contratos.
La sospecha la agiganta el hecho de que el director general de la firma agraciada y uno de sus accionistas principales, se llama Alfredo Coppel Salcido. Naturalmente, lo adivinó usted, se trata de un primo del director general de la empresa pública, Juan José Suárez Coppel.
La polvareda se volvió a levantar ante la posibilidad de colgarle otra medallita al santo familiar, dada la proximidad del desenlace de un nuevo concurso en que participa la firma de la discordia, para proveer de fluidos a la empresa pública.
Éste, que coloca en juego un contrato por 210 millones de pesos, se abrió el 12 de abril pasado, habiéndose registrado cinco juntas de aclaraciones con los postores. Los documentos de precalificación se entregaron el 6 de mayo pasado, previéndose que el fallo se hará público el primero de agosto.
Un mes después se firmaría el contrato.
El capital mínimo requerido para participar en la licitación es de 81 millones 761 mil pesos, lo que favorece a Global Drilling Fluids de México, dado el potencial mayor del resto de los participantes.
Por lo pronto, la empresa del primo del director general de Pemex ganó, decíamos, tres de cuatro licitaciones convocadas por la paraestatal sólo el año pasado.
La primera le significó un contrato de 294 millones 694 mil pesos; la segunda de 292 millones 367 mil; la tercera de 162 millones 261 mil.
De un global de 956 millones 262 mil pesos que representa la derrama de Pemex en la materia, Global Drilling Fluids se ha llevado 749 millones 192 mil.
De ganar la licitación que corre, alcanzaría 90% de los recursos en juego. ¿Pura buena suerte? ¿Pura capacidad para competir? ¿Pura intuición para saber por dónde va el resto de los competidores? Y a lo mejor, naturalmente, usted pensaría que a final de cuentas qué bueno que exista un David que le gana a gigantes multinacionales que presumen de mayor experiencia, más capacidad, más tecnología y mejores costos competitivos. Sin embargo, queda la duda de la ayudita familiar.
Por lo pronto, la Secretaría de la Función Pública podría evitar el bochorno de una nueva demanda ante los tribunales internacionales si realizara una investigación convincente sobre el asunto.
La mula no era arisca...
Otra más a la larga, larga lista negra de Pemex, en un escenario de al menos cuatro décadas de impunidad.
BALANCE GENERAL
La semana próxima, concretamente el 30 de junio, se vence el plazo de tres años fijado por la Secretaría de Hacienda para evaluar la justeza del Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU) en su difícil convivencia con el Impuesto Sobre la Renta.
Se supone, así lo había acordado la oposición, que la dependencia optaría en definitiva por uno u otro, colocado el primero como tributo de control. Naturalmente, la cercanía del plazo fatal ha intensificado la presión de los organismos empresariales para eliminar el tributo calificado como de abusivo, al no considerar la capacidad de pago de las empresas, es decir, al plantearse sólo en función de sus ingresos, y colocar en riesgo la posibilidad de inversión extranjera, dado que no hay correspondencia en el resto de los países, lo que podría provocar una doble tributación.
El IETU, pues, para decirlo con todas las letras, sólo existe en México.
Sin embargo, la posición de la Secretaría de Hacienda es que se mantenga intacto el tributo, con base en que éste ha permitido incrementar la recaudación.
Ingresos, pues, al precio que sea.
SALIÓ EL PEINE
Hete aquí que en lo oscurito, es decir a espaldas del Senado, a cuyo marco se sancionan los acuerdos internacionales, sigue funcionando el misterioso Consejo de Alto Nivel de la Cooperación Regulatoria México-Estados Unidos.
Este es presidido en la parte mexicana por el subsecretario de Competitividad de la Secretaría de Economía, José Antonio Torres Medina.
La instancia se creó en agosto del año pasado, sesionando por primera vez al mes siguiente. En esta reunión el entonces subsecretario, Felipe Duarte, se comprometió a intercambiar información para hacer más compatible la normatividad sobre diversos productos de las dos fronteras. A partir de ahí se ha mantenido un espeso silencio, pese a que los acuerdos podrían afectar a la industria nacional.
Bajo el paraguas de la creación del Consejo, se fraguó la puesta en marcha de los acuerdos de equivalencia que permiten aceptar como válida la revisión de las normas de calidad de los productos electrónicos que ingresan a México provenientes del país vecino, lo que provocó una controversia constitucional del Senado contra el Ejecutivo, que se dirime en la Suprema Corte.
La evidente prebenda no tiene reciprocidad hacia nuestro país.
MÉXICO-SALVADOR
En el marco de la visita a nuestro país del presidente de El Salvador, Mauricio Funes, se firmó el acta constitutiva de una Cámara empresarial entre las dos naciones, en cuyo marco se integran 18 empresas nacionales instaladas en el país centroamericano.
Estamos hablando, entre otras, del Grupo Maseca, Walmart de México, Avianca-Taca, Dina Motors, Grupo Calvo y Lobo Hornos Industriales México. El presidente del organismo es el director general de Gruma, Raúl Pérez Cano.
El año pasado México importó productos de El Salvador por 700 millones de dólares, pero exportó sólo 10%, es decir, 70.
REY MIDAS
El lunes pasado, al solo anuncio de la próxima colocación de una emisión a nivel local e internacional de acciones de la constructora IDEAL (Infraestructura para el Desarrollo de América Latina) del magnate Carlos Slim, el precio de los papeles de ésta en el mercado se disparó tan alto, 19.50% en uno de los picos, que la Bolsa Mexicana de Valores debió suspender temporalmente su cotización.
La emisión de la firma, aprobada en una asamblea extraordinaria de accionistas, le daría a ésta un ingreso de hasta 9 mil 200 millones de pesos, sobre una base de cotización de 22 pesos por acción.
La constructora surgió en un escenario inaudito. Slim le comentó al exsecretario de Comunicaciones y Transportes, Daniel Díaz Díaz, que no sabía qué hacer con un remanente de 250 millones de dólares.
- Éntrale a la construcción, fue el consejo.
albertobach@yahoo.com.mx