Paz. Vista general de la reunión extraordinaria sobre Siria de los ministros de Exteriores de la Liga Árabe celebrada en El Cairo.
La Liga Árabe comenzó ayer su reunión extraordinaria sobre Siria, a la que los ministros de Exteriores árabes llegaron con posturas muy diferentes sobre si decidir o no la suspensión de la participación de Damasco en el organismo.
Fuentes diplomáticas de la Liga Árabe indicaron a los periodistas en la sede de El Cairo que hay discrepancias entre los miembros de la organización sobre qué medidas tomar contra Damasco, después de que ayer el grupo de contacto sobre Siria presentará un informe sobre la situación en el país.
Los países del Golfo Pérsico, con Arabia Saudí a la cabeza, tienen la intención de pedir durante la reunión que se adopte una postura fuerte contra el régimen de Bashar al Assad, y entre otras medidas suspender su participación en las actividades de la Liga Árabe, a lo que se oponen Argelia, Yemen, Líbano e Irak.
Cada grupo trata de acercar a otros miembros a su postura y especialmente activo ha sido el ministro de Exteriores saudí, Saud al Faisal, quien se reunió con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y participó ayer en la reunión del grupo de contacto sobre Siria pese a que no es miembro de la comisión.
Mientras los dirigentes árabes tratan de alcanzar una postura común, varios cientos de personas se congregan frente a la Liga Árabe para pedir la suspensión de la participación del régimen de Al Asad en el organismo y protección internacional a los civiles. Los manifestantes, que lanzaron insultos contra los líderes árabes, también solicitaron que se remita a la Corte Penal Internacional las acusaciones de que el régimen ha cometido crímenes contra la Humanidad, como denunció ayer Human Rights Watch (HRW)
Al lado de la protesta, una carpa con imágenes y lemas, levantada hace cerca de un mes, trata de mantener vivo el recuerdo de la represión que sufren los civiles en Siria, donde han muerto más de 3,500 personas.