EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

PALABRAS DE PODER

JACINTO FAYA VIESCA

‘Lamentarse por una pena que ya ha sido y es parte del pasado es la forma segura de atraer nuevos infortunios’

Cuando estamos en la edad adulta no pretendemos grandes logros; sentimos que nuestra vida se acorta y lo que más deseamos es darle a los momentos fugaces un valor de eternidad.

Ya de adultos, el futuro se achica en nuestras expectativas, lo que es absolutamente real y por ello, nuestro pretérito adquiere ante nuestra conciencia un enorme valor. Pero debemos ser muy prudentes en la valorización de nuestro pasado, pues por lo general, toda evaluación que hacemos de nuestro pretérito es negativa. Somos tan duros con nosotros, que los errores de nuestro ayer los exageramos y caemos en un martirio interminable de autoculpa.

Nuestro pasado nos puede martirizar de diversas maneras: por pérdidas graves no imputables a nosotros; por acciones nuestras equivocadas o de mala fe, y que nos acarrearon serias consecuencias negativas; y por omisiones nuestras, es decir, por una dejadez o negligencia de nuestra parte.

En la obra Otelo de Shakespeare, el Duque de Venecia, uno de los personajes de la obra, se dirige a Brabancio, otro personaje, y le dice: "Déjame hablar, como has hecho tú, y sugerirte una máxima útil, que quizás sea el peldaño o el paso requerido para que estos dos amantes recuperen tu favor. Cuando algo no tiene remedio, el solo hecho de comprobar que lo peor estaba ligado, precisamente, a nuestras esperanzas de solución, nos libera del pesar. Lamentarse por una pena que ya ha sido y es parte del pasado, es la forma segura de atraer nuevos infortunios. Cuando el azar arremete y nos impide conservar algo, la santa paciencia ironiza a costa de su propia desgracia. La víctima de un robo que sonría, algo le birlará al ladrón. Y quien sigue regodeándose entorno a un pesar inútil, acaba al final, transformado en ratero de sí mismo".

En las primeras décadas de nuestra vida los yerros y pérdidas de nuestro pasado no nos martirizan como sucede en una edad más avanzada. El paso de los años hace que nuestros defectos y vicios se vuelvan peores, pero también que nuestras virtudes se acrecienten. Además, por desgracia, en las últimas décadas de nuestra existencia, nos volvemos menos indulgentes con nosotros porque sabemos que prácticamente ya es muy poco lo que podemos enmendar.

Una sentencia de la antigua Roma decía: "Los pecados de la juventud, en la vejez se pagan" y de la misma manera, en la adultez pagamos muchas culpas que en edades anteriores ni a nuestra conciencia venían. Shakespeare con su inmensa capacidad de disección del alma humana, acertadamente nos dice que "lamentarse por una pena que ya ha sido y es parte del pasado es la forma segura de atraer nuevos infortunios".

Lo que dice Shakespeare es absolutamente cierto: si damos entrada a una pena de nuestro pasado al lamentarnos por ella, esa entrada deja la puerta abierta para que nuevas penas entren con violencia. Desde la antigua Grecia ya decían los poetas que a las desgracias no les gusta ir solas, sino lo que más les agrada es ir en compañía de otras desdichas. Ante esto, Quevedo nos recomienda que si un infortunio aparece en nuestra vida, lo más sensato es no darle entrada a otros nuevos.

Es cierto que ante las desgracias lo mejor es armarnos de paciencia, como ya bien lo había advertido Quevedo en su obra Migajas Sentenciosas. Y en cuanto a continuar empecinadamente lamentándonos de un pesar que es imposible remediar, es cierto que al comportarnos de esa manera, nos convertimos en rateros de nosotros mismos. Nos convertimos en nuestros propios ladrones, porque nos robamos el ánimo, nuestras fuerzas y nuestra propia paz que tanto necesitamos.

Ante las penas de nuestro pasado, lo mejor es la paciencia, y ante las culpas de nuestro ayer, lo mejor es perdonarnos a nosotros mismos.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 607973

elsiglo.mx