Dante, junto a Homero, Shakespeare, y Goethe, es uno de los cuatro poetas más geniales que ha dado la humanidad. Al iniciar su más grande obra, La Divina Comedia, empieza de esta manera:
"A mitad del viaje de nuestra vida (Dante tenía entonces, 35 años de edad), me encontré en una selva oscura por haberme apartado del camino recto. ¡Ah! Cuán penoso me sería decir lo salvaje, áspera y espesa que era esta selva, cuyo recuerdo renueva mi temor; temor tan triste, que la muerte no lo es tanto". Y más adelante sigue diciendo... "Después, cuando di reposo a mi fatigado cuerpo, continué subiendo por la solitaria cuesta..."
"La solitaria cuesta", a que hace mención Dante, es el camino que conduce a la virtud. La ventaja de leer a un genio como Dante, consiste en que su poderosa fuerza intelectual, su profunda sabiduría, y su arte incomparable en la expresión, todo ello junto, pueden transformar nuestras vidas. Estas citas de Dante están repletas de inteligencia, sentimientos, y pasión, y por ello vale muchísimo la pena leerlas una y muchas veces. Al principio de su obra nos dice que se encontraba en una selva oscura por haberse apartado del camino recto. Y esto es algo tan absolutamente cierto, que todos lo hemos comprobado en nuestra vida cuando nos hemos apartado "del camino recto". Cuando obramos el mal, estamos en "una selva oscura", porque no vemos; nuestras conductas inmorales nos ciegan, nos privan del vislumbre de la razón celeste.
Nos dice Goethe, que "Un hombre en su oscuro impulso tiene, no obstante, la conciencia del camino recto". Esta reflexión de Goethe es cierta, sólo que parcialmente, pues cuando no detenemos al principio una conducta inmoral, la pasión desenfrenada puede impedirnos frenarnos.
Al principio de todo fuego, es fácil apagarlo, pero cuando las llamas todo lo abrasan, el fuego es difícil extinguirlo. Por ello, es muy sabio el consejo que el mismo Dante da en su misma obra de La Divina Comedia. "Sé firme como una torre, cuya cúspide no se doblega jamás al embate de los vientos....."
La "selva oscura" le pareció a Dante tan salvaje, áspera y espesa, que el solo recuerdo de ella le causó un "temor tan triste", más fuerte aún, que la misma muerte. El genial poeta nos habla de un sentimiento del que ningún psicólogo jamás nos ha descrito: el de un temor triste.
Todos hemos experimentado el temor, y sabemos que es un sentimiento que nos hace huir o rehusar las cosas que consideramos perjudiciales o peligrosas. ¿Pero cuántas veces hemos experimentado un "temor triste", sin haber sido lo suficientemente consciente de ello: el sentimiento de miedo junto a un sentimiento de tristeza?
Para Dante, este "temor triste", era más poderoso que el propio temor a la muerte. No somos conscientes de ello, pero preguntémonos cuántas personas se han suicidado, precisamente, por experimentar un "temor triste".
¿Qué acaso el suicida no prefiere la muerte, a seguir viviendo bajo un temor triste?
El genio de Dante encuentra una sorprendente solución ante ese "temor tan triste" que le causó esa selva oscura por haberse apartado del camino recto. La solución es genial: reposar el fatigado cuerpo, y continuar "subiendo por la solitaria cuesta", que es el camino que conduce a la virtud. Para San Agustín, "La virtud es el arte de vivir bien y con rectitud". Y para el poeta francés Joubert, "Todo cede al valor de la virtud".
Y finalmente una reflexión de Cervantes que avala la genial defensa que de la virtud hace el Dante. Nos dice Cervantes: "No pueden las tinieblas de la malicia ni de la ignorancia, encubrir y oscurecer la luz del valor y de la virtud". Como podemos ver, si renunciamos a seguir por el camino que nos aparta de la rectitud que sólo nos produce un sentimiento de "temor tan triste", y en cambio, elegimos seguir por "la solitaria cuesta" de la virtud, nuestro nuevo sentimiento será, de una Valentía Alegre.
