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PALABRAS DE PODER

Confesiones de un corazón apesadumbrado

JACINTO FAYA VIESCA

Me Asiré A Una Actividad Incesante

¡Los recuerdos de mi infancia feliz me invaden de tristeza! ¿Será que la felicidad que entonces sentía no se me prometió para siempre? ¿De qué me sirve la esperanza que todo me promete?

¿Acaso las apariencias de dicha no son más que engaños seductores? Pobre de mi espíritu que se contenta con halagos. Dulce veneno que me hace sentir más de lo que soy. De alguna manera, mi soberbia y liviandad tenían que pagar su precio.

Me acuso de iluso y de ser siempre engañado por mis sueños de fama, gloria y grandeza. Nunca creí que la realidad estrellara en mi cara mis fantasías y sueños.

Me adulan diciéndome lo grandioso que soy por triunfar en el mundo, sin saber que en el fondo tiemblo de miedo ante el futuro y a mi sangre la pinta de verde mi envidia.

Ya no logro palpitar por las bellezas de la Naturaleza. Ya no me llego a estremecerme por los encantos y lamentos del amor. ¡Ya no creo en las esperanzas ni en las ilusiones! La sístole y la diástole que parecían romper mi pecho ante la ilusión de nuevos proyectos, son ahora débiles y tímidos latidos de un corazón marchito.

¡Estoy desesperado y no sé qué hacer!

De pronto, la voz fuerte de la sangre acude en auxilio de este corazón estropeado. Mi fuerza y lealtad - dice la sangre - te advierten que no te dejes engañar por los negros nubarrones que ya entraron a las cavernas de tu espíritu, porque cuando un corazón está invadido por la penumbra, sólo puede ver fantasmas y anticipar desgracias.

Yo he vivido - dice la sangre - la forma imperiosa y fuerte como has latido. A mí me has hecho correr por venas y arterias al igual que ríos caudalosos que estaban a punto de salirse de su cauce. ¡No llores por lo que crees haber perdido! ¡Emprende nuevas actividades y empresas, y serás testigo de la fuerza prodigiosa que posees!

Abandona tu soledad enferma, sal de tu rincón y atrévete a luchar y a disfrutar el mundo. Mi sangre volverá a correr desbocada en tus arterias anunciándote una nueva vida. Los rayos del sol ahuyentarán las tinieblas y volverás a latir con fuerza gracias al divino alimento que solamente da una "incesante actividad".

Retírate del sótano de tu pesadumbre y de inmediato ponte en contacto con otros corazones. La compañía con otros es un bálsamo mágico más poderoso que las riquezas. ¡Ya verás que la Naturaleza está dispuesta a darnos todo lo que necesitamos, con tal de que estemos dispuestos a iniciar una nueva actividad productiva!

Empiezo a ver con claridad - dijo el corazón -, sangre valiente y osada. Ya siento latir con bríos y estoy dispuesto a gozar de los placeres y a enfrentarme a las adversidades.

¡Ahora sé que puedo "detener" en mi conciencia muchos momentos fugaces y darles valor de eternidad! El astro rey me envía sus luminosos y ardientes rayos que me permiten contemplar a la vida y a mi vida de manera diferente. Volveré a creer en mis sueños y proyectos como antes lo hice, y tú, sangre audaz y valiente, me empujarás a nuevas empresas y a nobles actividades. ¡Al fin sé que mi sangre osada tiene en su esencia genio, poder y magia!

Abandoné por fin el húmedo y tenebroso sótano donde rumiaba mis desdichas reales y mis pesadumbres imaginarias. ¡De ahora en adelante me lanzaré al mundo con la plena conciencia que me sobrarán las fuerzas para realizar lo que tanto anhelo!

Siento que las fuerzas de mi espíritu son muchísimo más poderosas que las dificultades y que los falsos fantasmas que han obstruido mis arterias y venas.

Has comprendido el mágico secreto de la vida, le dijo la sangre. Todo corazón sólo late con alegría cuando se mete de lleno en la vida, sin importarle las carestías o las abundancias, sabiendo que a los dolores les siguen placeres, y que después de una desdicha nos corona una alegría.

La vida - dice la sangre osada - nos trae de todo, bueno y malo, pero nada peor para un corazón, que arrastrarse como un gusano medroso y encogido. Ningún espíritu libre y digno debe comportarse lastimeramente.

¡De acuerdo, le contestó el corazón a lo osada sangre! Me lanzaré al mundo y a los torbellinos del tiempo, alternando como pueda, alegrías y penas.

Dejaré en el palomar a las bellas palomas a fin de admirar su candidez y simpleza, pero no me comportaré como quien tiene un corazón de paloma y un hígado de gallina. ¡El roce con otros corazones, luchas y sueños, requiere una vida esforzada! ¡A partir de hoy, seré un corazón lleno de atrevimiento y osadía!

Jacintofayaviesca@hotmail.com

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