La mexicana Paola Espinosa, campeona mundial de saltos, confesó hoy que odia correr porque le parece aburrido.
La mexicana Paola Espinosa, campeona mundial de saltos, confesó hoy que odia correr porque le parece aburrido y por eso los entrenamientos de carrera son los más duros en su preparación para los Mundiales de Natación de julio.
"Me aburre correr, lo odio, debo hacer 20 minutos de carrera y sólo hago ocho porque me lo exigen, pueden preguntarle a mi entrenadora o a mi doctor", reveló la deportista de 24 años.
Paola es una de las esperanzas de México en el presente ciclo olímpico y en las próximas semanas dará los toques finales a su preparación para los Mundiales de Shangai, China, donde defenderá el título en la plataforma de 10 metros.
"Correr me da flojera, pero lo que sí me gusta es la fuerza técnica, que consiste en saltos mortales rápidos, abdominales con requerimientos técnicos dirigidos a los saltos y trabajo de ese tipo; las pesas no me molestan, las hago rápido y me tomo descanso", dijo la deportista.
Al referirse a los Mundiales, la mexicana señaló que se siente en muy buena forma y confiada en que la defensa de su título salga bien, aunque la competición será en Shangai, en la casa de las deportistas chinas, consideradas las mejores del mundo.
"Estos Mundiales van a estar mucho más difíciles, pero confío mucho en el trabajo de mi entrenadora; espero sacar mi experiencia", señaló la competidora que este mes y la primera parte de julio se entrenará en un tanque de saltos en el sur de la Ciudad de México.
Al referirse a su carrera deportiva, insistió en que aunque ya ganó una medalla olímpica, en saltos sincronizados en Pekín-2008, su gran meta es ganar una presea en una prueba individual en los Juegos de Londres-2012. "Es mi pendiente y lo quiero cumplir", comentó.
Después de participar en los Mundiales de julio y en los Juegos Mundiales Universitarios, en la ciudad china de Shenzhen en agosto, Paola será una de las cabezas de la delegación mexicana en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, en octubre. EFE.