Llamada interespacial. El Papa se comunicó por alrededor de una hora con los tripulantes.
Los 12 astronautas en órbita alrededor de la Tierra recibieron una llamada telefónica y la bendición del Papa Benedicto XVI ayer sábado, la primera de un pontífice al espacio.
Benedicto se dirigió a los tripulantes del transbordador Endeavour y la Estación Espacial Internacional desde el Vaticano. Dos de los astronautas son italianos: Roberto Vittori en el transbordador y Paolo Nespoli en la estación.
El Papa dijo que admiraba el valor, la disciplina y la abnegación de los astronautas. También expresó esperanzas de que la esposa del comandante Mark Kelly siga mejorando.
La representante Gabrielle Giffords, esposa de Kelly, fue herida de bala en la cabeza en enero. Kelly le agradeció.
Benedicto también expresó su preocupación por Nespoli, cuya madre murió en el norte de Italia a principios de mayo, cuando él se encontraba en la estación espacial.
"¿Cómo has vivido este tiempo de dolor en la Estación Espacial Internacional?", preguntó el Papa. "¿Te sientes aislado y solo, o están unidos con una comunidad que los sigue con atención y afecto?". "Santo padre, sentí que sus oraciones y las oraciones de todos llegaban aquí... donde podemos ver la Tierra y sentir todo lo que nos rodea", respondió Nespoli en italiano.
"Me sentí muy lejos, pero también muy cerca, y el pensamiento de que todos ustedes estaban cerca de mí fue un gran consuelo" .
Nespoli finalizará su estadía de cinco meses en la estación el lunes y regresará a Tierra en una cápsula espacial Soyuz rusa.
Llevará consigo una medalla de plata que Vittori transportó a la estación espacial en el Endeavour, y que le entregó el Papa. Muestra una reproducción de la "Creación del hombre", de Miguel Ángel.
Vittori mostró el medallón y lo entregó a Nespoli, situado en el otro extremo de la fila delantera de astronautas. "Lo traje conmigo al espacio y él lo llevará a la Tierra para devolvérselo", dijo Vittori al pontífice.
Vittori dijo que reza en el espacio. Las jornadas de trabajo son intensas, añadió. "Pero todos tenemos la oportunidad cuando llega la noche de mirar... a la Tierra. Nuestro planeta, el planeta azul, es hermoso", dijo.
una mujer que vendía roca lunar
AP
CALIFORNIA, EU.- Le prometió la luna, pero a un precio astronómico. Una mujer que trataba de vender lo que dijo era una roca lunar en 1.7 millones de dólares fue detenida cuando su posible comprador resultó ser un agente encubierto de la NASA, informaron funcionarios.
Las grisáceas rocas lunares son consideradas tesoros nacionales y es ilegal venderlas. Se les dieron a cada uno de los estados de Estados Unidos y a 136 países por el entonces presidente Richard Nixon después de las misiones estadounidenses a la luna y se llegan a vender en millones de dólares en el mercado negro. Investigadores de la NASA y alguaciles del condado de Riverside detuvieron a la mujer después que se reunió el jueves con un investigador encubierto de la NASA en un restaurante de Lake Elsinore, unos 110 kilómetros al sureste de Los Ángeles, dijeron las autoridades.
La investigación se realizó durante varios meses. Los agentes de la ley intervinieron luego de que la vendedora y el supuesto comprador convinieron un precio, y de que la mujer, cuyo nombre no fue revelado, sacó la roca.
La NASA planea efectuar pruebas para determinar si la roca en realidad proviene de la luna, como lo afirmaba la mujer. Joseph Gutheinz, instructor de la Universidad de Phoenix y ex investigador de la NASA, dijo que un curador lunar del Centro Espacial Johnson realizaría las pruebas.
Entre las sustancias que la roca debe contener, si es lunar, se encuentra la armalcolita, un mineral descubierto en la luna y que fue nombrado así en honor de Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, quienes iban a bordo de la misión lunar Apollo 11.
La mujer no ha sido arrestada ni se le han formulado cargos.
No se sabe cómo obtuvo la roca o cómo fue detectada por la NASA. Gutheinz dijo que la mujer podría enfrentar cargos de robo si la roca es genuina, o de fraude, si no lo es.
Cerca de 2 mil 200 muestras de rocas, arena y polvo de la luna -con un peso de 380 kilogramos- fueron traídas a la Tierra por las misiones Apollo entre 1969 y 1972.
EL UNIVERSAL
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