Para una salud de Hierro

El hierro es considerado un mineral esencial en el cuerpo para la formación de la sangre, específicamente de la hemoglobina, la cual transporta el oxígeno de los pulmones a los tejidos.

Estudios científicos sobre este mineral refieren que el cuerpo humano contiene normalmente de 3 a 4 gramos de hierro, del que más de la mitad se encuentra en forma de hemoglobina.

Su carencia en el organismo acarrea consecuencias a nivel funcional, por lo que se considera una sustancia indispensable durante los primeros meses de vida del ser humano.

Las personas que corren peligro por tener bajas reservas de hierro en su organismo son las mujeres con su periodo menstrual, las mujeres embarazadas y posparto, los bebés después de los seis meses de nacidos y los niños en periodo de crecimiento de entre 1 y 4 años. Asimismo, los adolescentes que no se alimentan bien, los atletas, los vegetarianos rigurosos que no combinan bien los alimentos y las personas que suelen padecer de hemorragias.

La carencia de este mineral genera, anemia, pero también una mala síntesis de las proteínas, deficiencia inmunitaria, incremento del ácido láctico y la noradrenalina o enfermedades cardiopulmonares.

Además, al reducirse la hemoglobina, se puede generar una capacidad menor de aprendizaje en los niños, así como debilidad y falta de apetito.

Una falta de este mineral en la sangre puede llevar a la anemia de hierro, que es una deficiencia nutricional muy común en la niñez.

Debido a que las células rojas de la sangre son necesarias para llevar oxígeno a través del cuerpo, la anemia hace que las células y los tejidos reciban menos oxígeno afectando su funcionamiento.

La anemia por deficiencia de hierro no se desarrolla inmediatamente. La

persona va progresando por varias estas, comenzando con la reducción de hierro en el cuerpo, aunque la cantidad del mineral en las células rojas de la sangre se mantiene igual. Si la reducción no se corrige, la próxima etapa es la deficiencia de hierro, la cual eventualmente se convierte en anemia.

Por el contrario, el exceso de hierro casi no se elimina del cuerpo y puede causar problemas serios de salud, como la fatiga, anorexia, vértigo, nausea, vómitos, dolor de cabeza, perdida de peso y dificultad para respirar.

En el embarazo

La carencia de hierro durante el periodo de gestación puede generar anemia, la cual puede ocasionar la muerte de la madre o el desarrollo anormal del feto.

Una mujer embarazada que no consume hierro, por lo general prescrito por el médico, presentará una serie de negativas a su persona y al bebé, el hierro otorga energía a la madre para poder evitar partos prematuros, partos complicados, así como la baja nutrición en el recién nacido que viene a desencadenar problemas de crecimiento, psicomotrices, trastornos en la capacidad de exploración y cognitivas.

Algunos expertos en la salud recomiendan que los niños hasta los diez años, deben ingerir de 8 a 10 miligramos de hierro diario, hasta los 15 años de 12 a 15 miligramos, los jóvenes y adultos de 10 a 15 miligramos.

Las mujeres embarazadas de 30 a 40 miligramos, las mujeres en período de lactancia de 10 a 25 miligramos, mientras que los deportistas de alto rendimiento de 20 a 30 miligramos. Sin embargo, no es adecuado consumirlo sin la supervisión médica.

El hierro hémico o de origen animal lo consumimos con las carnes rojas, las vísceras y la yema de huevo; el hierro no hémico lo obtenemos especialmente de las legumbres, las hortalizas de hojas verdes y el salvado de trigo.

Sin embargo, no todo el hierro que consumimos se metaboliza adecuadamente, por ello es recomendable ingerirlo con vitamina C.

Por otra parte, algunos alimentos como el té, el café, la leche de cabra o la clara de huevo, retardan la asimilación del hierro en el organismo.

Alimentos que aportan hierro

*Carnes rojas.

*Vísceras

*Yema de huevo

*Legumbres.

*Hortalizas de hojas verdes.

*Salvado de trigo.