Con su renuncia, el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, se convirtió en "la primera víctima" de los cables diplomáticos filtrados por Wikileaks, asegura el vocero de la organización.
"Nosotros no estamos en el negocio de tumbar diplomáticos, pero el embajador fue una víctima de las revelaciones, eso no se puede negar", dice el vocero Kristinn Hrafnsson a El Siglo de Torreón, no sin satisfacción por el revuelo causado.
Los cables pusieron al descubierto las opiniones de Pascual sobre la estrategia del Gobierno mexicano contra el narcotráfico. Describió al presidente Felipe Calderón como "inseguro", denunció que el Ejército no utilizó información entregada por la Embajada y reportó conflictos entre militares y la Policía Federal.
Pascual renunció el 20 de marzo tras gestiones de Calderón con el presidente Barack Obama. Fue el primer diplomático en renunciar por las filtraciones de Wikileaks.
"Claramente la exposición de este material fue considerada por su presidente de una naturaleza tan grave como para exigir la renuncia", afirma Hrafnsson. "Las renuncias no son la meta, pero a veces cuando el material sensible es expuesto alguien tiene que rendir cuentas".
Sin embargo, añade, "la información debe estar ahí para que los mexicanos tengan acceso. Cómo se usa localmente es un tema diferente".
Hrafnsson dice que "la información nunca es neutral", pero rechaza hacer un juicio sobre la renuncia. "¿Es posible que tenga implicaciones políticas para el presidente? Es una pregunta válida, pero fuera de nuestro ámbito".
Entrevistado en una conferencia en Noruega, Hrafnsson anticipa más revelaciones y comenta el revuelo que han causado las filtraciones de Wikileaks en el mundo y la situación actual del grupo mientras su fundador, Julian Assange, espera juicio por violación.
[INTERNACIONAL 12A]
