Buques de guerra de la OTAN comenzaron a patrullar el miércoles la costa de Libia para hacer cumplir el embargo de armas impuesto al gobierno de Trípoli por Naciones Unidas.
La medida tiene lugar cuando la alianza parece dispuesta a asumir la responsabilidad de la zona de exclusión aérea para proteger a los civiles de esa nación norteafricana.
El brigadier general canadiense Pierre St. Amand dijo el miércoles que la operación naval Unified Protector "está en marcha ahora".
Las fuerzas aliadas aceptaron el martes organizar la misión naval. La flotilla está integrada por dos fragatas, seis dragaminas y un barco de suministros.
Varios diplomáticos dijeron que se perfila un acuerdo sobre cómo cumplirá la OTAN sus responsabilidades en la zona de exclusión, después que Estados Unidos —que hasta ahora ha realizado la parte del león de la norma aérea— reiteró que está preparado para la transición de las obligaciones a la alianza atlántica.
La propuesta de compromiso haría que la OTAN desempeñara un papel clave en las operaciones militares bajo la guía de un comité político integrado por los ministros de Relaciones Exteriores de naciones occidentales y árabes.
Las autoridades dijeron que el Consejo del Atlántico Norte —el brazo decisorio de la OTAN, que ya aprobó los vuelos para hacer cumplir la zona de exclusión— quizá decida su adopción el miércoles por la tarde.
"El mejor resultado sería que la OTAN se encargara de la coordinación militar, pero transfiriera las decisiones políticas a un consejo ad hoc de estados participantes en la coalición, incluyendo los países árabes", dijo Francois Heisbourg, director de la Fundación para la Investigación Estratégica, un centro de investigación fundado por el Ministerio de Defensa francés.
La ministra de Defensa española, Carme Chacón, respaldó la propuesta de transferir el control de la operación libia a un comité político. "Estamos de acuerdo con ello", dijo Chacón.
