Organizaciones de periodistas, defensores de derechos humanos y sindicatos marcharon ayer en protesta por los asesinatos y agresiones en contra de comunicadores, y exigir a las autoridades el esclarecimiento de 102 homicidios y secuestros de informadores en los últimos 11 años. La marcha, convocada por la revista "Contralínea", los sindicatos de "Notimex", "La Jornada" y Nacional de Redactores de la Prensa y la Fundación para la Libertad de Expresión, entre otras organizaciones, salió del monumento a la Independencia a las 12:00 horas rumbo a la Secretaría de Gobernación.
Con mantas en las que se expresaban reclamos de justicia y pancartas con los retratos de Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga, las dos reporteras asesinadas el 31 de agosto pasado, el contingente con más de 400 personas hizo un alto frente a las oficinas centrales de la Procuraduría General de la República. Ahí se dio lectura a una carta entregada el viernes pasado al presidente Felipe Calderón, al secretario de Gobernación, Francisco Blake, y al gobierno y la Procuraduría de Justicia capitalinos, en la que se exige el fin de la impunidad en las agresiones a periodistas y el esclarecimiento de los asesinatos de los comunicadores.
"Venimos a exigir el esclarecimiento del crimen de nuestras compañeras periodistas y la aplicación de medidas de protección para el ejercicio del periodismo en México... Justicia, verdad y reparación es lo que exigimos", dijo David Peña, de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos.
El texto al que se dio lectura afirma que sólo en el actual sexenio han sido asesinados o secuestrados 59 periodistas, ocho de ellos en lo que va de este año, y demanda una investigación a fondo en el caso de Yarce y González Trápaga, así como el castigo a los responsables.
El director de "Contralínea", Miguel Badillo, exigió al procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, que "deje de emitir juicios de valor sobre la moral de las víctimas y de filtrar información no confirmada sobre el caso".
En entrevista, cuestionó que a 11 días de los homicidios haya varias líneas de investigación abiertas, pero ningún avance, y reprobó las declaraciones de Mancera, quien al identificarse los cuerpos de las dos reporteras negó que hubieran sido torturadas, cuando se ha confirmado que una de ellas fue golpeada y violada.