Don Eduardo L. Arellano, presidente municipal interino de Torreón, Coah., No. 22, del tres de octubre al 31 de diciembre de 1920.
Datos tomados de mi libro: “Cien Años de Presidentes Municipales en Torreón, Coah., 1893-1993”, relacionados con don Eduardo L. Arellano, presidente municipal interino de Torreón, Coah., No. 22, del tres de septiembre al 31 de diciembre de 1920.
Ya vimos que el periodo de dos años de presidente municipal de Torreón, Coah., fue muy turbulento por causas de la revolución, y lo cubrieron entre varios personajes y al final fue don Eduardo L. Arellano a partir del tres de septiembre de 1920 en que la Legislatura del Estado de Coahuila lo nombró para cubrir interinamente ese cargo, ya que era una persona honorable y que había participado en actividades sociales de la ciudad. Ya había sido miembro de la Cámara Nacional de Comercio de Torreón, junto con don Alfredo Padilla, don José Juárez, don Pablo Vázquez, don Adolfo Salinas, don Indalecio Silva, don Ernesto Bredee, don Othón Wigand Luis Espejo, don Marcelo H., don José de la Mora y don Marcelo G., (datos de Eduardo Guerra).
“Los cuatro meses de la administración del señor Arellano, fueron benéficos a los intereses de la ciudad, mostrando este funcionario método organizador y carácter progresista. En las finanzas municipales hubo un inteligente y hábil manejo consiguiéndose una economía de cerca de treinta mil pesos en los egresos. No obstante que se hicieron erogaciones superiores, forzoso en algunas partidas del presupuesto. Por ejemplo en instrucción pública de ochocientos pesos para reparación de drenaje de las escuelas Centenario y Luis A. Beauregard” y reparación de mobiliario de la Alfonso Rodríguez. En la alimentación de presos se aumentó el gasto de mil ciento un pesos. En mejoras materiales se invirtieron $14,112.00, empleados en la obra de construcción del Palacio Municipal.
Recibió la tesorería con una deuda de $41,782.00 por concepto de recibos de luz, agua, instrucción pública y a particulares y al terminar su breve periodo estaba reducido a $15,000.34.
Le informe de su gestión lo terminaba el señor Arellano, con las siguientes expresiones:“He tenido especial cuidado de cultivar las más cordiales relaciones con las autoridades militares y con los jefes de las oficinas ya federales o del Estado establecidas en esta ciudad. Debo hacer especial mención de la valiosa ayuda que a esta presidencia municipal prestó siempre en cada caso, el C. General de División don Juan Andrew Almazán, jefe de las operaciones de la Región Lagunera, consinando con positiva satisfacción, que debido a las disposiciones del Cuartel General, los jefes, oficiales y tropa han sido siempre respetuosos con las autoridades civiles, acatando sus disposiciones en la parte que les concierne, estableciendo así una perfecta armonía entre las autoridades civiles y militares. Así terminó este interinato de don Eduardo L. Arellano dejando una buena imagen de acuerdo con los momentos difíciles que vivía el Municipio.