Don Antonio D. Cabello, presidente municipal de Saltillo, Coahuila, en 1919-1920.
Los siguientes datos y textos se tomaron del libro: “Saltillo, Gobierno Municipal, 1900-2005”, de la autoría del excelente escritor y periodista don Roberto Orozco Melo, como un reconocimiento especial por su valiosa aportación a la cultura coahuilense.
“Con la promulgación de la Constitución Federal de 1917 el país entró de lleno a una etapa renovadora. Era mucha la tarea por hacer para compensar el costo de la prolongada revolución”.
“El Gobierno carrancista apuntaba hacia metas progresistas: La justicia social y la democracia”.
“En sustitución del profesor José R. Mijares, don Antonio D. Cabello asumió el cargo de alcalde del siete de agosto de 1919 al 30 de diciembre de 1920. Con el respaldo del Gobierno Federal precedido por Carranza y del Estatal a cargo de Gustavo Espinoza Mireles, se facilitaron las tareas y la ciudad entró en una etapa de optimismo, sin sospechar las consecuencias que acarrearía en pocos meses la promulgación del Plan de Agua Prieta”.
“Esmerada atención tuvieron los servicios públicos, entre ellos el agua que siempre ha sido prioridad. Para evitar emergencias y mantener la infraestructura del servicio en óptimas condiciones, el Cabildo aprobó el costo de reparar la tubería principal que surtía de agua a la población”.
“La sociedad saltillense seguía lamentando los incendios del teatro Acuña del mercado Juárez y del teatro García Carrillo, pues sin un cuerpo de bomberos bien equipado tales siniestros se podrían repetir, por lo que el Ayuntamiento consideró necesario gestionar el apoyo de la Cámara de Comercio y negociar con las compañías de seguros para que colaboraran a la estructuración de un Departamento de Bomberos dependiente de la Policía Municipal. Mientras tanto al Cabildo le llegaban reclamaciones de particulares por una ocupación arbitraria de terrenos en las calles Arteaga y Xicoténcatl”.
“Una buena noticia llegó a la presidencia municipal: el Gobierno del Estado le participó haber constituido una comisión para construir un edificio para la Universidad de Coahuila. De inmediato, propuso don Antonio D. Cabello que el cuerpo edilicio integrara otra comisión para recabar fondos que ayudaran a la obra”.
“El 20 de mayo de 1920, Carranza fue asesinado en Tlaxacalantongo, Puebla”.
“A partir de ese suceso, los movimientos políticos en los estados y municipios fueron regidos por la influencia de los militares sonorenses. La sociedad seguía siendo fundamentalmente rural, aunque sufriera la inestabilidad de la producción agropecuaria, pues entonces, como ahora, ningún banco arriesgaba los fondos de sus ahorradores en proyectos del campo. La economía y el crecimiento de las poblaciones urbanas y rurales se retrasaban una vez más”.
“En Coahuila, a la muerte de don Venustiano, dejó la gubernatura el licenciado Gustavo Espinoza Mireles y el 27 de mayo de 1920 llegó al cargo el general Luis Gutiérrez Ortiz, el cual ocupó hasta el 30 de noviembre de 1921. Don Antonio D. Cabello logró terminar el periodo como alcalde”.
