Don Manuel Gómez, presidente municipal de Saltillo, Coahuila, en el periodo de 1921 a 1922.
Datos y textos tomados del libro: “Saltillo, Administración Municipal, 1900-2005”, de la autoría del escritor coahuilense Lic. Roberto Orozco Melo, y que reproduzco como un homenaje a tan distinguido periodista y escritor, con su autorización, como sigue:
“Manuel Gómez, el nuevo alcalde, era un conocido comerciante saltillense; con él regresaba la posibilidad de que ciudadanos de diversas ocupaciones fuera de la política, tuvieran acceso a la dirección de los asuntos públicos de Saltillo”.
“El Ayuntamiento dio prioridad a la educación, que mejoró en forma importante: se adquirieron fincas para construir escuelas, se restauraron las existentes y se aumentó el plantel de profesores y los sueldos correspondientes.
“Durante esta administración se presentó una novedad llamativa en la vía pública: anuncios luminosos y otros atractivos de promoción para los comercios citadinos”.
“La autoridad municipal concedió un amplio permiso a la empresa “El Buen Tomo” para colocar mensajes comerciales luminosos en los parques de la ciudad, así como desplegar anuncios en el faldeo del cerro del pueblo con piedras pintadas de blanco. El Ayuntamiento de Saltillo acordó, en la sesión del día 11 de agosto de 1921, comunicar a las distintas agrupaciones políticas locales, haber estimado la conveniencia y asumido el deber de interpretar la ley electoral del Estado, obviamente por la falta de un organismo jurisdiccional en materia de organización electoral”.
“Por otra parte, el Cabildo saltillense tomó el acuerdo de anexar el agua de Arizpe o guerreadero al servicio de agua potable de la ciudad y autorizó la construcción de dos puentes sobre el arroyo La Tórtola, en la calle de Corona y General Cepeda y Rayón, además se acondicionaron varias calles en tramos instransitables de Ildefonso Fuentes y Matamoros”.
“...El licenciado Jesús Devalle donó al Ayuntamiento de Saltillo un terreno para ampliar el panteón de San Esteban; en 1922 se construyó la barda a lo largo de todo el perímetro y se instaló un barandal como previsión de robos”.
“El Gobierno del Estado comunicó al Cabildo que en septiembre se inaugurarán los cursos en la Escuela de Agricultura Antonio Narro, en Buena Vista, y que se otorgarían becas mensuales de 30 pesos mensuales por alumno”.
“El 9 de junio de 1921 el Cabildo y el alcalde don Manuel Gómez, habían recibido una comunicación de la Secretaría de Gobierno que transcribía la orden de entregar el edificio que ocupaba el Instituto Madero al señor E. H. Lacy. Las autoridades municipales respondieron que lo devolverían a fin de año para tener tiempo de arreglar un nuevo local. El 16 de junio el señor Lacy respondió al alcalde que se sentía perjudicado por tanta tardanza, a lo que la autoridad respondió que se lo devolverían en los últimos días de agosto;mas la comisión encargada del análisis respectivo dictaminó que no se haría entrega del inmueble por considerar que no le asistía razón al peticionario y que si antes habían pensado devolverlo fue por no haber conocido la documentación del caso. Finalmente el proceso de devolución concluyó el día 24 de agosto de 1922. El señor Lacy interpuso un amparo y la Suprema Corte de Justicia ordenó la entrega? Nada de eso pues el colmilludo Mister Lacy cortó vereda, y conocedor de la tramitología extrajudicial, planteó el problema al gobernador Arnulfo González quien ipso facto ordenó la dicha entrega. Lacy recibió el edificio, pero el Ayuntamiento se quedó con la Plaza del Carmen, aledaña al mismo...”.