Incertidumbre, miedo, cierta desazón por este final entre el nacionalista Ollanta Humala, quien logró sacar una luz de ventaja en los últimos días, y la conservadora Keiko Fujimori, que hoy domingo se medirán en la segunda vuelta para definir al sucesor de Alan García a partir de próximo 28 de julio, sobre los que no se dejan de lanzar pronósticos sobre como podría ser el eventual gobierno de alguno de ellos.
El país se divide entre volver al pasado o apostar por un futuro incierto, aún con los antecedentes de ambos postulantes, mientras arriesgan hipótesis sobre cómo será el futuro acorde al nombre que se imponga la noche de este domingo.
Si se repasan los programas de gobierno, ambos se comprometen a mantener el rumbo económico y a abrir el grifo de la distribución a los sectores más pobres de la sociedad.
Humala propone elevar el salario mínimo a 750 soles (230 dólares, hoy es de 120), implantar la jubilación a los 65 años, incluso a aquellos que nunca han realizado aportes, y comenzar a articular una serie de leyes laborales para que se respeten los períodos de descanso y la jornada laboral de ocho horas. Keiko por su parte impulsa una mayor inversión en la educación y la salud, aunque nunca especificó cuánto.
Ambos coinciden en la necesidad de apuntalar la deficitaria infraestructura del país y el respeto a las inversiones extranjeras y a la propiedad privada.
El nacionalista puso énfasis, siempre en profundizar las relaciones con la Comunidad Andina, y respetar los tratados comerciales con otros países.
Los mercados y el empresariado nacional le temen a Humala. Para ellos Keiko es una garantía de estabilidad. Así lo manifestaron durante toda la semana, cada vez que se difundía o trascendía un dato del ascenso en las encuestas del ex militar.
Propuestas
⇒ Humala propone elevar el salario mínimo a 750 soles, implantar la jubilación a los 65 años.
⇒ Keiko, por su parte, impulsa una mayor inversión en la educación y la salud.