Lluvias. Vista de un auto que cayó tras el derrumbe causado por las lluvias en Honduras en octubre.
Los países centroamericanos pidieron ayer ayuda a la comunidad internacional para la reconstrucción de los desastres provocados por las lluvias que en octubre azotaron la región, y que se considere como una zona de alta prioridad.
Los presidentes y representantes de la región expresaron sus necesidades ante más de 50 delegaciones del Grupo Consultivo para la Reconstrucción de Centroamérica, entre ellos países cooperantes y organismos financieros internacionales.
"Necesitamos no sólo cooperación financiera, sino colaboración técnica y tecnológica que nos ayude a llevar con éxito nuestras tareas de reconstrucción", dijo el presidente salvadoreño Mauricio Funes, durante el discurso de inauguración del evento.
Delegados de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que coordinó la evaluación de los daños ocasionados por las intensas lluvias, reveló que se necesitan al menos 4,329 millones de dólares para rehabilitación, reconstrucción, gestión de riesgo y adaptación al cambio climático en los cinco países de Centroamérica afectados por las lluvias de octubre.
Por su parte, el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, sostuvo que Centroamérica está afrontando una agresión por parte del narcotráfico, en particular su país, que sufre la llegada de narcotraficantes desde la frontera con México.
"Necesitamos mucho la ayuda de la comunidad internacional. Enfrentamos el problema del crimen organizado que azota a nuestros pueblos y que lamentablemente estamos en una ubicación geográfica entre donde se produce y donde se consume la droga", agregó el presidente de Honduras, Porfirio Lobo.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que llegó para participar en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), manifestó que "Estados Unidos debe elevar todas sus capacidades para controlar el consumo en su territorio".
El informe de la CEPAL precisó que las lluvias afectaron a 2.6 millones de personas en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, dejando daños y pérdidas por un total de 1,968 millones de dólares.
Las lluvias azotaron con especial fuerza a El Salvador, que concentra el 55% de la población afectada. En este país el fenómeno meteorológico dejó un costo aproximado de 902 millones de dólares, 4.25% del Producto Interno Bruto de 2010.