Estados Unidos pidió hoy a Irak un trato humanitario a más de tres mil refugiados iraníes en el campamento en la localidad iraquí de Ashraf y expresó su preocupación por el suministro de combustible a esa zona.
El campamento, ubicado a 65 kilómetros de Bagdad, es la base desde mediados de la década de 1980 del grupo opositor iraní Combatientes del Pueblo (MEK, siglas en farsi) que luchó contra el Sha de Irán, que ahora busca el derrocamiento de la República Islámica y al que Washington considera como terrorista.
'El suministro de combustible ha sido más que una preocupación, esperamos que el gobierno de Irak aborde el asunto de una manera responsable', informó el Departamento de Estado en respuesta a una pregunta formulada en la víspera.
'Continuamos recordando al gobierno de Irak sobre su compromiso de tratar humanamente a los residentes de Ashraf, de acuerdo con su Constitución, las leyes y sus obligaciones internacionales', anotó.
Indicó que Estados Unidos no tiene presencia en Ashraf, pero mantiene contacto con su liderazgo, pero que personal diplomático y organizaciones internacionales en el terreno no han encontrado pruebas de un bloqueo a los alimentos o agua.
Señaló que en los pasados meses hubo tensiones sobre combustible y otros productos en momentos en que el gobierno de Irak ha comenzado inspecciones más detalladas a medida que se acerca el fin de año.
El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, ha denunciado que la presencia de los disidentes iraníes una violación a la soberanía iraquí.
El gobernante iraquí tenía previsto el cierre del campamento para fin de mes, pero pospuso la medida por seis meses a petición de Naciones Unidas a partir de noviembre, según reportes de prensa divulgados este miércoles.
La lideresa del grupo opositor iraní, Maryam Rajavi, apoyó esta semana un plan de Naciones Unidas para una reubicación, con la condición que Estados Unidos y la Unión Europea respeten su seguridad.
En abril pasado 34 personas murieron tras enfrentamientos entre fuerzas iraquíes y residentes del campamento, que temen que el retiro este mes de tropas estadunidenses ponga en peligro su seguridad.
