El ministerio británico de Asuntos Exteriores hizo hoy un llamamiento a Trípoli a que "ponga fin a la violencia y la muerte de manifestantes" y a todas las partes para que actúen "con mesura y humanidad".
Hague, que asistió en Bruselas a la reunión de ministros de Exteriores de la UE que debate la respuesta comunitaria a la crisis libia, difundió una declaración en la que se pide una investigación en profundidad de los acontecimientos en Bengasi y en el este del país.
Libia debe comprometerse además a que los responsables de la muertes de manifestantes pacíficos sean llevados ante la Justicia, agregó el ministro, que hizo una serie de exigencias a Trípoli.
El régimen de Muamar el Gadafi, enumeró Hague, debe comprometerse a favorecer un "dialogo político y una reforma económica genuinos, el acceso de observadores de derechos humanos, el levantamiento de las restricciones a los medios de comunicación y en internet, y el final de la intimidación y detención de periodistas".
Además, manifestó que el Gobierno libio debe garantizar la protección de los ciudadanos extranjeros en Libia y facilitar la salida de aquellos que deseen regresar a sus países.
"El mundo está mirando a Liba con creciente preocupación. El Gobierno libio no debería tener ninguna duda de que será considerado responsables de sus acciones por la comunidad internacional", dijo.
"La negativa del Gobierno libio a reconocer la medida de la preocupación de su pueblo y su falta de consideración hacia su seguridad socava su credibilidad. El Gobierno libio tiene que asumir la responsabilidad de la seguridad de su gente", agregó.
El Foreign Office informó este domingo de que está ayudando a medio centenar de compatriotas que están en el este de Libia a alcanzar un "lugar seguro" tras la represión de las manifestaciones.
El ministerio dijo que esta medida no forma parte de un plan de evacuación de sus ciudadanos del país norteafricano y cifró en 3.500 el número de británicos residentes en Libia, la mayoría en Trípoli.
