El escritor Javier Sicilia pidió a las fuerzas legislativas del Congreso de la Unión aprobar una serie de reformas que permitirán dar un nuevo cauce a la vida institucional del país.
Durante su primera intervención, el dirigente del movimiento por la Paz echó en cara a los legisladores la falta de aprobación en un periodo extraordinario de la reforma política, así como la elección de tres consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) y más recursos para la educación.
Les dijo a los legisladores que creen que los ciudadanos "somos idiotas", ante la falta de los tres consejeros del IFE y pidió elegirlos de los contrario las próximas elecciones arrojarán un "gobierno ignominioso".
En materia de resarcimiento a las víctimas por la lucha contra la inseguridad, pidió crear una comisión de la Verdad para que se sepa la realidad, en particular de los desaparecidos de la guerra contra el narcotráfico.
Dijo a los legisladores que su obligación es crearla, así como dar cauce a una ley para las víctimas.
Frente a los líderes de las principales fuerzas políticas en el Congreso de la Unión, Sicilia criticó fuertemente a la clase política.
Ante rostros de seriedad, el escritor les dijo tener "profundas dudas de que escuchan y se comprometen por México".
Incluso cuestionó la compra del nuevo Senado, al que calificó como un "búnker" en el que la clase política le da la espalda a los ciudadanos.
En un discurso de más de media hora, el poeta propuso crear la figura de un "auditor policiaco", independiente de todas las policías, que verifique el correcto desempeño y apego a la ley.
Antes de su discurso, el escritor pidió guardar un minuto de silencio a todos los legisladores presentes en la reunión que se realiza en el Castillo de Chapultepec.
A lo largo de su intervención, Sicilia señaló criticas hacia sus interlocutores, a quienes más tarde les dijo que eran "operadores de sus partidos políticos en su búnker" y no son representantes ciudadanos.
Afirmó que esta "guerra atroz" ya los tiene "hasta la madre".
Por último, Sicilia les pidió a los legisladores volver a convertirse en la casa de nación y no en la oficina de los poderosos.